Grupo Salvaje

México, 1913. Un pueblo casi desértico, tranquilo, bajo el sol abrasador. Un grupo de hombres entran decididos a caballo en el poblado, vestidos con trajes del ejército americano. A la misma entrada, un grupo de niños contemplan divertidos una siniestra escena: un escorpión a punto de morir impotente bajo una marabunta de hormigas. Ese grupo de hombres pasa por la ciudad para robar el banco, y en un enfrentamiento con cazadores de recompensas dejan un reguero de sangre y cadáveres. Mientras, los niños han pasado a la siguiente fase de su plan: echan paja sobre la marabunta y le prenden fuego, viendo la muerte agónica del escorpión y las hormigas.

Así comienza Grupo Salvaje, obra maestra intemporal y la última gran película del western. Sólo podía ser Peckinpah, maestro indiscutible, el autor de la más violenta, encarnizada, sangrienta y perfecta película realizada en este género. Desde el primer momento sabemos que sus protagonistas están condenados a un destino fatal. Son hombres sin ley, sin escrúpulos, asesinos temibles que viven de la violencia y de la muerte, y además están acabados, ya nada es lo que era antes. Así que, en el final de su viaje se encuentran con una última misión, una última oportunidad de dar un gran golpe y dejar esa vida de vandalismo.

Durante más de dos horas la pantalla hipnotiza al espectador. Peckinpah no sólo alcanza la perfección en su narración, sino también en el uso de la cámara, en el montaje, en la filmación de cada uno de sus planos. Planos cortos alternados con largos, pero nunca usados sin un sentido, sin una finalidad, cámaras lentas impresionantes, que dejan ver con todo detalle sangre a borbotones, balas agujereando cuerpos, violencia explícita y sin contemplaciones, primeros planos sobre el sudor, polvo, cadáveres... Nunca el infierno fue tan real.




Jamás una película de este tipo reflejó tan bien lo podrido de la naturaleza humana. Tras una matanza, vemos los buitres merodear el poblado mexicano, pero alguien se les ha adelantado: los hombres se pelean entre sí por reclamar la propiedad de su cadáver y cobrar su recompensa, roban todo lo que pueden de los que ya no reclamaran... una escena escalofriante, y también magistral.

La escena inicial del escorpión no es sino una metáfora del terrible final que sufrirán en sus carnes los protagonistas, pesos pesados que llenan la pantalla con su presencia: William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan... Cuando ya han acabado su misión, sólo les queda volver a casa, pero uno de su grupo ha quedado cautivo de un cacique mexicano de la zona, que le tortura y lo martiriza casi hasta la muerte. Así, en un último intento por hacer algo bueno en su vida, los cuatro irán a reclamar a su compañero en un acto desesperado en el que un ejército entero les espera. Lo que viene a partir de ahí, una de las más míticas escenas filmadas en el celuloide, y recordada por los tiempos de los tiempos...

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The wild bunch. Estados Unidos. 1969. 145'.

Director: Sam Peckinpah

Guión: Sam Peckinpah y Walon Green.

Música: Jerry Fielding.

Fotografía: Lucien Ballard.

Montaje: Louis Lombardo y Robert L. Wolfe.

Intérpretes: William Holden (Pike Bishop), Ernest Borgnine (Dutch Engstrom), Robert Ryan (Derek Thornton), Edmon O'Brien (Sykes), Warren Oates (Lyle Gorch), Jaime Sánchez (Ángel), Ben Johnson (Tector Gorch).

Puntuación: 10

Hay mucho donde elegir...

http://miradas.net/clasicos/2002/0212_gruposalvaje.html (Reportaje más que interesante sobre Peckinpah y su grupo salvaje)

http://www.mabuse.com.ar/mabuse/pecki.htm (pies de página sobre este director, curiosa...)

http://www.geocities.com/Hollywood/Lot/9932/galeria.html (galería de imágenes de la película)

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article327.html (sobre William Holden)

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article97.html (sobre Ernest Borgnine)

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article275.html (sobre Robert Ryan)