No quería que llegara este día. Durante más de tres años y medio he estado escribiendo en este blog y no hace falta decir que se ha convertido en una parte muy importante de mí. Empezó como un ejercicio complementario al trabajo que desarrollaba en la carrera y ha acabado siendo un compromiso que he intentado prolongar tanto como podía. Esta bitácora me ha dado muchas alegrías y algún que otro disgusto, pero sin duda me ha permitido hacer una de las cosas que más me gusta: hablar de cine. Ahora me temo que podré seguir haciéndolo, pero no aquí. Desde que he entrado a formar parte de La Butaca, el poco tiempo que pudiera tener para actualizar este espacio se me ha esfumado. Y como me es imposible escribir textos diferentes para cada página, creo que es el momento adecuado para decir adiós... o hasta luego, al menos. Así que este post es para dar las gracias a todos los que habéis participado, leído y seguido este blog. A los que les gusta y a los que no, a los que se quedaron en el camino y a los que lo siguieron hasta el final, a los que lo enlazaron, a Silver por las críticas que aquí publicó, a los que me animaron a seguir cuando pensaba en dejarlo... pero sobre todo gracias a todos aquellos que entrasteis a hablar de cine y hacerlo entre amigos, dándome más razones para continuar con él. Ha sido un placer.
domingo, diciembre 14, 2008
domingo, diciembre 07, 2008
"Mongol" y otras grandes gestas del cine
Hay personas que mueven el mundo, nombres que pasan a la historia de la humanidad porque son ellos quienes la forjan y cambian sus rumbos por siempre. Son figuras excepcionales capaces de mover ejércitos bajo su mando, de embarcarlos en empresas imposibles que significan sacrificio, entrega y muerte. La enormidad de estos tipos es tal que ni siquiera se pueden replantear en los términos analíticos de su ego, porque trascienden todos ellos y se configuran como los hombres que más cerca estuvieron de ser dioses en la Tierra...
jueves, diciembre 04, 2008
Outlander
Sin duda estamos ante una de las películas más inusuales del año. Se trata de un batiburrillo casi ingobernable, una mixtura de géneros en la que confluyen ciencia-ficción, épica fantástica en tiempos de los vikingos y terror con reminiscencias gore que en más de una escena hará las delicias de Peter Jackson (...) Ahora bien, que nadie acuda a los cines pensando que encontrará una película pareja a cualquiera de las basadas en la obra de Tolkien. Outlander es algo bien distinto, un relato inclasificable al que se le pueden discutir muchas cosas, pero no su inventiva ni su originalidad porque ambas son palmarias durante todo el metraje.
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