jueves, marzo 18, 2010

El corte de mangas de Fellini

En su última etapa, el cine de Federico Fellini se mostraba extraño a la realidad colateral que ya no podía pervertir con el placer y libertad de antaño. Dicho de otra manera, Fellini no entendía cómo alguien (y ese alguien era todo el mundo) querría dejar atrás las varietés llenas de infinitos fenómenos,  los olores de teatrillo decrépito, el público insolente, maloliente y alimentándose de bocata de sobaquillo en un patio de butacas infernal (o mágico, según la ocasión), a cambio del espectáculo embutido en pequeña pantalla y unidireccional de la televisión. Que lo primero se convirtiera en mero programa de gala de sábado noche  de lo segundo para alimentar nostalgias era, en definitiva, poco menos que un insulto que exterminaba todo aura de lo extraordinario, destilada en cada comediante de poca monta, en cada imitador o faquir de mala muerte capaces de alimentar fenomenalmente sueños y escapismos varios.

Hay dos imágenes clarividentes al respecto. La primera está en Intervista (1987) cuando, hacia el final, un grupo de indios irrumpe en escena desde detrás de una de las colinas de Cinecittà blandiendo antenas de televisión. La otra, si cabe más explícita, corre a cargo de Fred (Marcello Mastroianni) en Ginger e Fred (1986), ese viejo imitador de Astaire que sufre de primera mano, y junto a Ginger (Giulietta Masina), la terrible condescendencia de los tiempos modernos y el maltrato de gurús y nuevos charlatanes de la televisión. Antes de salir a escena, Fred comenta con Ginger lo magnífico que sería dirigirse a los millones de italianos al otro lado de la pantalla y decirles: "BO-RRE-GOS". Ya en el escenario, un apagón sorprende a la pareja cuando empezaba su actuación. En medio de la oscuridad del plató, Fred se acerca a las cámaras y público para culminar su deseo con un soberano corte de mangas que será sorprendido por la iluminación repentina del estudio. Corte de mangas que, por supuesto, pertenece a Fellini y que tiene por destinataria a la televisión que ni entendía ni quería entender demasiado bien.



Lunes 22, a las 18.00h., presentación y coloquio de La strada en FNAC Valencia.

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