De sobra sabe el villano, el malvado, el malo de la película que no se ganara la simpatía del espectador sin renunciar a su idiosincrásica maldad. Su último pero no menos poderoso recurso consistirá en ganarse el temor y respeto de los que osan comtemplar sus actos criminales o perversiones más inconfesables ante la pantalla de cine y, en última instancia conseguir ser más grande que el propio héroe que le condena a ser perecedero y a un probable trágico final. Infundir el terror es la más consumada de sus tácticas en la ancestral y eterna batalla entre el bien y el mal, la luz y la sombra en permamente lucha y salvo atrevimientos, conocido final.
Actores capaces de encarnar con inquietante brillantez el lado oscuro del ser humano hay pocos, como fenómenos aislados alejados de los malos por repetición o, siendo menos amables, por encasillamiento que no reparan ninguna sorpresa al que les reencuentra. Algunos de esos astros de la villanía encuentran su inspiración en papeles psicóticos, de personajes dudosamente equilibrados que un buen día se levantan con intenciones de pasar por el hacha a sus congéneres más allegados o hacer más agradable la estancia en el motel Bates tras una buena ducha. La psicopatía es un filón innegable para ellos que, sin embargo, otros prefieren dejar de lado para convertirse en sofisticados asesinos en serie que en su intelectualidad asumen el canibalismo o el castigo capital como opciones preferentes. Tipos que, en cualquier caso, no querrías cruzarte por la calle y que pueden estar bajo la piel de quien menos te lo esperas, ocultando un depredador detrás de ese aspecto sereno y distante. El retrato de un asesino no es cosa fácil de dibujar cuando algunos de esos sujetos se esconden tras una máscara o un rostro desfigurado para poder llevar a cabo sus crueles y brutales matanzas, sembrando el miedo allá por donde pasan.
Gustan de apodos extravagantes como "Cyrus el virus" o "Bill el carnicero", y son líderes naturales capaces de llegar a establecer un imperio del crimen bajo un nombre (o dos) que con sólo pronunciar producen un silencio sepulclar allá donde es proferido. Malos malísimos de muchas clases y condiciones que se hacen temer con actos de medida o incontrolada perversidad, que convierten a aspirantes en aficionados y son indomables cazadores de la nueva o vieja escuela empeñados en ser recordados y hacer que nos mordamos uñas o describamos una mueca de horror cuando se deciden a actuar ante nuestros ojos con devastadoras consecuencias. Antagonistas probables del pasado o inciertos del futuro que se instalan en las pesadillas de los niños y que son herederos indeseables del trono de un Satanás que en tantas formas se manifiesta. Tan odiosos, tan reprobables que nos repugnan y asquean cuando, en el fondo, rememoran grandes momentos de cine en los que todo su poder desencadenan antes de toparse de narices con su desgraciado punto y final.
Sólo así encuentran su sitio en un difícil estrellato lleno de héroes y nobles enemigos del mal que, si bien se empeñan en acabar con su oficio, son los primeros necesitados de ellos. Algunos laureles tendrían que cederles a esos malos de celuloide que tanta emoción y miedo han regalado a todo un arte. Este es un pequeño homenaje a todos ellos.
Para dudas, los actores/personajes y películas que aparecen en los links son estos:
ResponderEliminar- Satán vs. Jesús (Capítulo de South Park).
- Darth Vader (Star Wars).
- Gary Oldman.
- Jack Nicholson en El Resplandor.
- Anthony Perkins en Psicosis.
- Christian Bale en American Phsyco.
- John Malkovich en El juego de Ripley.
- Anthony Hopkins en El silencio de los corderos.
- Kevin Spacey en Seven.
- Michael Keaton en Medidas desesperadas.
- Michael Rooker en Henry, retrato de un asesino.
- Máscara de Jason, asesino de La noche de Halloween.
- Heather Langenkamp (Freddy Krueger) en Pesadilla en Elm Street.
- Robert de Niro en El cabo del miedo.
- John Malkovich en Con Air.
- Daniel Day-Lewis en Gangs of New York.
- Paul Muni en Scarface.
- Faye Dunaway y Warren Beatty en Bonnie & Clyde.
- Bette Davis y Joan Crawford en ¿Qué fue de Baby Jane?
- Robert Mitchum en La noche del cazador.
- Lee Van Cleef en El bueno, el feo y el malo.
- Rutge Hauer en Blade Runner.
- La madrastra de Blancacnieves.
- Al Pacino en Pactar con el diablo.
- Linda Blair en El exorcista.
- Malcolm McDowell en La naranja mecánica.
Jordi, estás que te sales eh... ;) Me ha encantado este homenaje, muy muy merecido, como tú dices.
ResponderEliminarY dentro de los malos, hay muchas clases de malos, y muchos tipos de miedos. A mí de los que más en tensión me ponen es la mirada serena de Kevin Spacey en Seven, por ejemplo. Ese aparente control con base desequilibrada me puede. Otros me dejan clavada en el sofá, como Bale en American Psycho, pero no del miedo, sino del placer de verle actuar.
Supongo que Aguiló también habrá caido en que muchas mujeres en la lista de "malos de cine" no hay. Aunque haberlas... : http://www.americanphoto.co.jp/pages/movie/MI/Previews/Plans-21492.jpg
(la foto no es muy buena, pero recuerdo especialmente esa escena. Me hizo apartar la mirada).
Cierto, pocas "malas" hay en el cine. Está chula la foto, pero ¿qué película es? Por cierto, si me tuviera que quedar con uno sería con Malcolm McDowell, sencillamente aterrador...
ResponderEliminarEs de la película "Misery", historia de Stephen King dirigida por Red Reiner.
ResponderEliminarMalcolm McDowell es muy grande. Mucho. A ese tipo de miedo me refiero... al temor de saber que es una bestia domada que puede saltar en cualquier momento.
No sé si viene al caso, pero cuando vi en las noticias lo de los jóvenes aquellos de Barcelona que mataron a una indigente en un cajero me recordaron a la Naranja Mecánica. No es una comparación descabellada, no?
No lo es, no... A mí me pasó con otra noticia de hace poco en que una banda asaltó una casa o chalet para robarla y le dieron una paliza tremenda al dueño... Supongo que es el que más miedo da porque es el más real de todos, más que te persiga un tío con máscara y machete o un caníbal...
ResponderEliminarCierto, lo de las mujeres...
ResponderEliminarPor otra parte, además de los que habéis comentado me encantan aquellos que despiertan cierta admiración inconsciente. Una mezcla de bueno-malo. Un malo con personalidad, que es humano, como John Malkovich en el juego de Ripley o como Daniel Day-Lewis en Gangs of New York...
P.D. - La vida... "No es como las pelis de chico americano donde el guapo es el bueno y los malos son muy malos..."
Buen curro.. yo me quedo con De Niro en El cabo del miedo...
ResponderEliminarPor cierto, aprovecho para preguntarte, ya ke no te veo por el msn ni na, si habíamos kedao en ke hacíamos programa el 7 o ké...
Si, me estoy desintoxicando de messenger poco a poco. En principio especial mejores películas de 2005 (y peores pablo), y tú lo mismo, los mejores discos en sustitución del disco de la semana. Las demás secciones en principio las hacemos =...
ResponderEliminarHe ido a ver esta tarde "The Jacket", la de Adrien Brody. La historia, muy muy parecida a la de "El Efecto Mariposa", no me acaba de convencer. Igual que las idas y venidas en el tiempo, no son mi fuerte. Pero él, Adrian Brody... tiene una mirada que mata. A destacar unos minutos un poco angustiantes a lo Kill Bill, cuando lo meten en una caja de 1x1 (un poco más grande, vale).
ResponderEliminarPregunta: cómo un hombre tan objetivamente feo puede ser tan (subjetivamente) atractivo??
Respuesta: porque hace películas y sale en la tele.
ResponderEliminarDe perfil se me parece... (véase parecido razonable de la página)
ResponderEliminarA ver si he entendido... Es algo así como que si Jordi hiciese películas y saliese en la tele le parecería sumamente atractivo a Sus??
ResponderEliminarCada uno hace sus aportaciones...
Bueno, ya lo han dicho en el post "Cantidades Ingentes", pero hago aquí la corrección: la máscara de hockey pertenece a Jason, el asesino de la saga "Viernes 13" y no al de "La noche de Haloween".
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