Quién mejor que George Clooney para encarnar a ese actor que alguna vez se perdió. Ese galán y guaperas que deja atrás los papeles hechos como trajes a medida para ponerse serio y demostrar ser más que una cara bonita. Ese Cary Grant inteligente que alterna comedias ligeras con proyectos grandes y acaba convirtiéndose en más que una estrella es un espejo en el que Clooney podría mirarse. Tras su debut con Confesiones de una mente peligrosa, Buenas noches, y buena suerte se desvela como la personal confirmación de su director en forma de tributo a una de las figuras más carismáticas y relevantes del periodismo norteamericano de los años 50: Edward R. Murrow.
Uno de esos periodistas de pura cepa. Hombre convencido e intratable en su medio, capaz de ganarse el aprecio y la admiración de una opinión pública y poner contra las cuerdas a aquel obstinado McCarthy empecinado en la cacería de los fantasmas del comunismo. El retrato de Murrow es un retrato distanciado pero fiel, más pensado en la narración de su empresa contra el senador que en los detalles morbosos de su vida particular. Si algo se le puede agradecer a Clooney no es sólo su buen tratamiento de la cámara y la fidedigna reproducción de un momento y lugar apasionantes (merecen mención los decorados que construyen la redacción y plató de Véalo ahora, así como las instalaciones de la CBS), sino sus ganas de dejar para la posterioridad el retrato de un fragmento de la historia reciente estadounidense sin recurrir a parafernalias, pretensiones y artificios. Tanto que la narración se mantiene en un cierto grado de interés para el espectador que se mantiene constante, pero en ningún momento pasa a volverse apasionada y linda peligrosamente con el tedio. Tal vez la corta duración sea otro de los aciertos que, siendo de otra manera, le hubieran hecho perder muchos enteros a una obra calculada, medida del primer al último minuto, plano a plano, perfeccionista, competente en su guión así como su puesta en escena. Clooney se apunta un tanto como guionista y sube otro escalón en su carrera como director con la ayuda de un gran elenco de actores a los que sabe (y muy bien) dirigir. La impresionante actuación de David Strathairn recoge todos los silencios, miradas, y gestos medidos que serían el auténtico homenaje a Murrow, pero además le secundan buenos actores llamados Robert Downey Jr. (del que desearía estar asistiendo a una resurrección como actor), Patricia Clarkson, Frank Langella o incluso un sorprendente (y algo cebado) Jeff Daniels. Como si se vieran inmersos en aquella época y aquel equipo dispuestos a salir adelante al amparo de su carismático líder, siguen a su director para dar lo mejor de sí y componer un espectro sólido de actuaciones.
Uno de esos periodistas de pura cepa. Hombre convencido e intratable en su medio, capaz de ganarse el aprecio y la admiración de una opinión pública y poner contra las cuerdas a aquel obstinado McCarthy empecinado en la cacería de los fantasmas del comunismo. El retrato de Murrow es un retrato distanciado pero fiel, más pensado en la narración de su empresa contra el senador que en los detalles morbosos de su vida particular. Si algo se le puede agradecer a Clooney no es sólo su buen tratamiento de la cámara y la fidedigna reproducción de un momento y lugar apasionantes (merecen mención los decorados que construyen la redacción y plató de Véalo ahora, así como las instalaciones de la CBS), sino sus ganas de dejar para la posterioridad el retrato de un fragmento de la historia reciente estadounidense sin recurrir a parafernalias, pretensiones y artificios. Tanto que la narración se mantiene en un cierto grado de interés para el espectador que se mantiene constante, pero en ningún momento pasa a volverse apasionada y linda peligrosamente con el tedio. Tal vez la corta duración sea otro de los aciertos que, siendo de otra manera, le hubieran hecho perder muchos enteros a una obra calculada, medida del primer al último minuto, plano a plano, perfeccionista, competente en su guión así como su puesta en escena. Clooney se apunta un tanto como guionista y sube otro escalón en su carrera como director con la ayuda de un gran elenco de actores a los que sabe (y muy bien) dirigir. La impresionante actuación de David Strathairn recoge todos los silencios, miradas, y gestos medidos que serían el auténtico homenaje a Murrow, pero además le secundan buenos actores llamados Robert Downey Jr. (del que desearía estar asistiendo a una resurrección como actor), Patricia Clarkson, Frank Langella o incluso un sorprendente (y algo cebado) Jeff Daniels. Como si se vieran inmersos en aquella época y aquel equipo dispuestos a salir adelante al amparo de su carismático líder, siguen a su director para dar lo mejor de sí y componer un espectro sólido de actuaciones.
Buenas noches, y buena suerte no es película para agrado de masas, una de esas condenadas a escaso éxito y que hace levantar a impacientes espectadores acostumbrados al ritmo frenético y palomitero, tachándola falsamente de aburrida. Su ritmo es pausado y en ocasiones algo lento, pero recupera los tiempos de los clásicos en blanco y negro que también hereda para componer una historia ciertamente y eminentemente periodística que, induce a la reflexión cuando uno vuelve a enchufar la televisión y se encuentra con ciertas cosas. En esa recuperación, también asistimos a un ejercicio de documentación fabuloso que rescata imágenes de aquel vergonzoso episodio en el que la libertad de expresión y pensamiento de artistas, políticos y personajes de relevancia pública fue sesgada y sometida a la retórica hiriente y agresiva de McCarthy.
Por otro lado, es de recibo destacar que se ha renunciado a una introspección social que hubiera dado más profundidad a la película. Esta se centra casi exclusivamente en el ámbito de la profesión periodística de la que se convierte en un verdadero alegato, pero no es un reflejo de la reacción de la opinión pública ni de la época en sí más allá de las paredes de la CBS o del bar que frecuentan Murrow y sus hombres. Algo que tampoco es de reprender a un Clooney cuyo objetivo no es más que el de poner el ojo sobre ese equipo de profesionales que llevaron a cabo aquella proeza en forma de enderrocamiento del poder a golpe de verdades, y de qué manera se enfrentaron a las adversidades, presiones y miedos propios. Algo que, por supuesto, consigue. Y con nota.
En resumidas cuentas, el que antaño se dedicara a vestirse de espantajo y a rondar con Chris O'Donnell por Gotham City ha sabido madurar no sólo como actor (y gracias, entre otros, a sus colegas los Coen), pero también comienza a apuntar maneras de gran director. Y es una buena noticia. El tiempo dirá si esta película fue el inicio de su consolidación o una suerte de conato en el que se le apagaron las luces y, efectivamente, le dijera buenas noches al cine.
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Good night, and good luck. Estados Unidos. 2005. 93'.
Director: George Clooney.
Guión: George Clooney y Grant Heslov.
Fotografía: Robert Elswit (Blanco y negro).
Montaje: Stephen Mirrione.
Diseño de producción: Jim Bissell.
Dirección artística: Christa Munro.
Vestuario: Louise Frogley.
Intérpretes: David Strathairn (Edward R. Murrow), Robert Downey Jr. (Joe Wershba), Patricia Clarkson (Shirley Wershba), Ray Wise (Don Hollenbeck), Frank Langella (William Paley), Jeff Daniels (Sigfried "Sig" Mickelson), George Clooney (Fred Friendly).
Puntuación: 7
Pero aún hay más...
http://www.labutaca.net/films/35/goodnightandgoodluck.htm (sobre la peli)
http://wip.warnerbros.com/goodnightgoodluck/ (web oficial)
http://www.mangafilms.es/buenasnochesybuenasuerte (web oficial España)
http://www.tartcity.com/Strathairn.html (sobre David Strathairn, en inglés)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/modules.php?name=News&file=article&sid=1407 (sobre George Clooney)
http://downeyunlimited.com/ (web de Robert Downey Jr.)
http://es.wikipedia.org/wiki/Patricia_Clarkson (sobre Patricia Clarkson)
Good night, and good luck. Estados Unidos. 2005. 93'.
Director: George Clooney.
Guión: George Clooney y Grant Heslov.
Fotografía: Robert Elswit (Blanco y negro).
Montaje: Stephen Mirrione.
Diseño de producción: Jim Bissell.
Dirección artística: Christa Munro.
Vestuario: Louise Frogley.
Intérpretes: David Strathairn (Edward R. Murrow), Robert Downey Jr. (Joe Wershba), Patricia Clarkson (Shirley Wershba), Ray Wise (Don Hollenbeck), Frank Langella (William Paley), Jeff Daniels (Sigfried "Sig" Mickelson), George Clooney (Fred Friendly).
Puntuación: 7
Pero aún hay más...
http://www.labutaca.net/films/35/goodnightandgoodluck.htm (sobre la peli)
http://wip.warnerbros.com/goodnightgoodluck/ (web oficial)
http://www.mangafilms.es/buenasnochesybuenasuerte (web oficial España)
http://www.tartcity.com/Strathairn.html (sobre David Strathairn, en inglés)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/modules.php?name=News&file=article&sid=1407 (sobre George Clooney)
http://downeyunlimited.com/ (web de Robert Downey Jr.)
http://es.wikipedia.org/wiki/Patricia_Clarkson (sobre Patricia Clarkson)
Mis disculpas por la tardanza. Los exámenes, ya sabéis... Desde el último post he visto Funny Games, La dolce vita, En la cuerda floja, y esta... pero tenía que elegir.
ResponderEliminarMe la apunto...
ResponderEliminarTengo que decir que como actor me parece flojito. Veremos que tal como director, por lo que cuentas no me encontrare con un caso como el de Mel Gibson.
Está bien la película.. aunke es cortilla puede hacerse larga por momentos.. lo de centrar prácticamente toda la historia en el mismo sitio ayuda a eso...
ResponderEliminarEstoy en total sintonia contigo. El post es genial y la película me encantó. La verdád que la gocé del primer al último plano. Yo le hubiese puesto algo más de nota pero un siete está bien. ;).
ResponderEliminarPD: qué tal "funny gammes"? Seguro que te dará mucho de que hablar...
Me gustaría buscarle un hueco a "Funny Games" y a "La dolce vita" porque con diferencia son las dos películas que más me han impactado últimamente. Si tuviera que definir "Funny Games" con una palabra sería "demoledora". Me parece increíble como sin exponerla directamente a los ojos del espectador, la violencia puede llegar a hacerse tan insoportable en una película...
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