Lo que separa Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal de la inmortal trilogía que le precede no son sólo 19 años de ausencia de uno de los ilustres integrantes del Olimpo de los mitos del cine, sino también la nostalgia que sólo un héroe como el Doctor Henry Jones Jr. es capaz de crear en más de una generación de espectadores. Asistimos a la cuarta entrega con la inevitable comparación con sus predecesoras de manera consciente o inconsciente, y sabemos que casi dos décadas de cine es suficiente para que el disfrute, una vez más, de una genuina y sana película de aventuras o el genio y figura de uno de nuestros héroes predilectos, corran peligro por la concesión a las condiciones de la era digital y la recíproca relación entre unos creadores montados ya en el dólar (que, a propósito de Lucas, ya sabemos de lo que son capaces tras años de una franquicia temporalmente detenida) y una nueva generación de espectadores con ansias de carnaza del más difícil todavía.
Dicho esto, la cuarta entrega de la saga es una digna sucesora que no, en ningún caso es mejor que cualquiera de las tres que llegaron antes que ella, pero ofrece de nuevo un impagable rato de buen cine de aventuras, que no es poco, y sigue demostrando estar uno o varios escalones por encima de sus más cercanos imitadores (las respectivas sagas de La búsqueda y La momia). Este Indiana Jones viene precedido de numerosas batallas entre productor, director y guionista (y uno se pregunta qué película hubiéramos visto si éstas no se hubieran saldado con la sustitución de Frank Darabont por David Koepp en la escritura del guión) y el resultado es un gigantesco cóctel de acción desenfrenada, homenajes varios y personajes aspirando a ocupar en nuestra memoria cinéfaga los lugares que ocuparon Indiana Jones padre o Marcus Brody. Durante dos horas de metraje, asistimos a una película que se honra a ofrecernos un espectáculo en el que prevalecen las escenas de acción rodadas a la antigua usanza, uso de especialistas y trucos ante la recurrente recreación digital (que, a pesar de todo, tiene más cabida aquí que en las tres anteriores juntas). Y son en particular dos escenas las que merecen ser consideradas entre las mejores que la saga ha dado: en la primera, Indiana Jones y el joven rebelde Mike (Shia LaBeouf, quien momentos antes ha aparecido rindiendo magnífico homenaje al Marlon Brando de Salvaje [The Wild One, László Benedek, 1953) huyen a lomos de una moto de agentes del FBI que representan como pocos la paranoia anticomunista de la Caza de Brujas en la que se asienta el contexto de la película, y que, en un alarde de humor socarrón de sus creadores, acaban atrapados en medio de una pintoresca manifestación contra el peligro rojo; la segunda de ellas es una espectacular persecución en el Amazonas peruano en la que caben tanques, lucha de espadachines entre dos vehículos y una marabunta de hormigas que de paso servirá el segundo eslabón entre Indiana Jones / Harrison Ford y Charlton Heston (quien protagonizó Cuando ruge la marabunta [The Naked Jungle, Byron Heskin, 1954] y El secreto de los Incas [Secret of the Incas, Jerry Hopper, 1954], uno de los antecedentes a los que le más le debe la saga). Incluso Shia LaBeouf se alía con los monos de la jungla y decide avanzar de liana en liana en un momento que uno no sabe si juzgar como un ridículo exceso o un homenaje al mismísimo Tarzán de los monos. Lo que sí es seguro es que tanto Douglas Fairbanks como Johnny Weissmüller hubieran disfrutado como chiquillos viendo esta apoteósica persecución en la que todo cabe. Y cuanto más, mejor.
Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal ha ganado en acción ininterrumpida y perdido el ingenio verbal que había alcanzado su cumbre en Indiana Jones y la Última Cruzada (Indiana Jones and the Last Crusade, Steven Spielberg, 1989). Se convierte en la más referencial de la serie, la que más homenajes se permite y también la que más excesos comete. Si bien nosotros acudimos al cine sabiendo que las balas nunca le darán a nuestro héroe ni a nadie que esté de su lado (a no ser que haya un grial por en medio que todo lo cure), no es menos cierto que pretender que Indy sobreviva a una explosión nuclear gracias a una nevera puede resultar tan innecesario para sus hazañas como irrisorio. Sin embargo, el principal motivo de muchos que han esperado la mayor fidelidad posible al espíritu de las viejas películas de Indiana Jones es la trama que incorpora, por primera vez en la saga, seres extraterrestres que tendrán que ver con el susodicho misterio de la calavera de cristal. Personalmente, encuentro más que una buena idea que a Steven Spielberg se le haya ocurrido combinar una de sus particulares y preferentes obsesiones (explorada, sin ir más lejos, en Encuentros en la tercera fase [Close Encounters of the Third Kind, 1977], E.T., el extraterrestre [E.T.: The Extra-Terrestrial, 1982] e Inteligencia Artificial [Artificial Intelligence: A.I., 2001]) y las andanzas de su más célebre héroe. El único "pero" al respecto es un final algo descafeinado, decididamente mejorable y por debajo de los tres míticos finales que le precedían. Y hasta aquí puedo leer.
El reparto, bien elegido y con valiosas incorporaciones que van desde un eficaces Shia LaBeouf y Cate Blanchett a un divertido e ido John Hurt pasando por una recuperada Karen Allen para la ocasión, se sube a montaña rusa de Spielberg y Lucas de lleno, haciendo que sus personajes secunden, en la medida de lo posible, el carisma de un Harrison Ford que se sigue mostrando incombustible y reacio a jubilar al héroe. Nosotros, que nos movemos entre la falaz certeza de que los clásicos son inalcanzables y el ansia por revivir lo que aquellos nos hicieron sentir en nuestra infancia, deberemos esperar a mirar esta nueva entrega con cierta distancia y en frío para, definitivamente, aceptarla como la digna heredera que es y verla como una más de la serie. Y todos habremos ganado.
Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull. Estados Unidos. 2008. 124'.
Dirección: Steven Spielberg.
Guión: David Koepp; basado en un argumento de George Lucas y Jeff Nathanson.
Producción: Frank Marshall.
Música: John Williams.
Fotografía: Janusz Kaminski.
Montaje: Michael Kahn.
Diseño de producción: Guy Hendrix Dyas.
Vestuario: Mary Zophres.
Intérpretes: Harrison Ford (Indiana Jones), Cate Blanchett (Irina Spalko), Karen Allen (Marion Ravenwood), Ray Winstone (Mac), John Hurt (profesor Oxley), Jim Broadbent (Dean Charles Stanforth), Shia LaBeouf (Mutt Williams).
Puntuación: 7
Entra en el reino de Indy...
http://www.indianajones.com/site/index.html (web oficial)
http://www.indianajones.com/intl/es/site/ (web oficial España)
http://www.labutaca.net/films/60/indianajonesyelreinodelacalaveradecristal.php (sobre la película)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article3792.html (crítica en El Criticón)
http://www.miradas.net/2008/n74/actualidad/indianajones/guionesdesechados.html (especial Indiana Jones en Miradas)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/modules.php?name=News&file=article&sid=1415 (sobre Harrison Ford)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article3406.html (sobre Shia LaBeouf)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article1719.html (sobre Steven Spielberg)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article1356.html (sobre Cate Blanchett)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article3584.html (sobre John Hurt)
Primero, "El regreso de la momia" me parece una más que digna secuela. Segundo, ¿de verdad se merece un siete esta película? Yo es que después de ver al anuncio renuncié a toda posibilidad de pagar por verla. También es cierto que nunca he sido una fan de la saga.
ResponderEliminarYo sí que me considero fan de la saga. De hecho creo que es la saga de películas que más me ha llenado en mis infancia (por encima de Star Wars y otras). Me parecen tres películas enormes que han dado lo mejor del cine de aventuras desde que se estrenaron. Y esta cuarta, una buena continuación a esa saga que, sin embargo, no llega a la altura de sus predecesoras. Personalmente, sí merece el 7.
ResponderEliminarNo me refería a ninguna película de "La búsqueda" o "La momia." Es más, en cuanto a esta última saga, la primera de las tres películas (la tercera está a punto de estrenarse)me pareció en su día un digno entretenimiento, pero la segunda ya se convertía, a mi gusto, en un circo pasado de vueltas.
a mi me entretuvo bastante la verdad pero el homenaje a Tarzán se lo podían haber ahorrado... era ya demasiado!!
ResponderEliminarlos primeros momentos cuando aparece la sombra de indiana jones poniéndose el sombrero son memorables, los pelos de punta tenía!
pero mi héroe sigue siendo cuando corre detrás de la roca, ¿harán más partes?
No fuiste la única, a servidor también le entró un pequeño escalofrío ;)
ResponderEliminaryo me alegré del gesto de recoger su sombrero... (y hasta aquí puedo leer)
ResponderEliminarya me temía yo una nueva saga...