lunes, noviembre 30, 2009

Más ego valentino

1. Próximo jueves 3 de diciembre, a las 18.00h, en el Palau del Cerveró de Valencia, hago mi primera presentación para el Aula de Cine. Si no me devoran los nervios, abriré el ciclo De la desnutrición al exceso. Salud, industria y alimentación con Fast Food Nation. Así que si les apetece pasarse, hablaremos de Richard Linklater, de la comida basura y de lo que surja... Más información, aquí.





2. Este mes, una nueva entrega de El Ojo Valentino y una nueva entrega de La butaca del neófito. Y, cómo no, me ha apetecido dedicársela a la inmensa Celda 211. Aquí les va el artículo...

Todos a la cárcel
¿Alguien dijo que no era posible cine español de género y de calidad? Celda 211 es la respuesta.

En las últimas semanas, el cine español ha vivido un romance con la taquilla como hacía tiempo no se veía. Ágora es la primera responsable, desde luego. Pero la verdadera buena noticia ha sido que fuera precisamente otro producto patrio, bien distinto y no tan dirigido a un público tan generalista, el que acabara desbancándola del número 1. Celda 211 es cine de género dirigido por Daniel Monzón, antaño crítico que cambió la pluma por la cámara y que desde entonces no ha cejado hasta encontrar la fórmula para triunfar con ese "otro cine", tan invisible en nuestra industria. Tras los fríos recibimientos que recibieron El corazón del guerrero (2000), El robo más grande jamás contado (2002), y La caja Kovak (2006), este parece su verdadero puñetazo sobre la mesa.  

Celda 211 es un thriller de estéticas sucias, de impecables atmósferas de brutalidad y magnífico pulso cinematográfico. Su intensidad, siempre inapelable, responde tanto a la contundencia de su ritmo como a las magníficas interpretaciones de sus actores. Si Carlos Bardem o Luis Zahera ayudan a componer una galería convincente de personajes del submundo carcelario, es Luis Tosar el que se impone como el verdadero monstruo en la pantalla. Tosar hace de Malamadre una bestia imprevisible, pero también carismática y siempre aferrada a un personalísimo código de valores. Es un actor inmenso incorporando a un personaje inmenso, definido con excelencia con matices que van desde la brutalidad hasta la vulnerabilidad. Sin duda, uno de los personajes más grandes que ha creado el cine español en la que es, sin duda, una de las mejores películas que ha parido este nuestro cine.




Más cine carcelario…
Asesinos natos no pertenece estrictamente al género, pero ponía en escena un memorable motín, aunque no tanto como el que Zack Snyder firmara en la reciente Watchmen. Si lo que ustedes buscan es el clásico "oficial" del género, entonces está claro que Cadena perpetua es su película. Otros títulos imprescindibles del género serían La gran evasión, o La leyenda del indomable, títulos que sin duda ayudaron a iconizar a dos grandes leyendas del celuloide: Steve McQueen y Paul Newman.

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