viernes, julio 02, 2010

El insospechado vínculo entre Underground y Lost

A veces, tras la muerte, llega la celebración. El (con razón) discutido final de Lost ha propiciado muchas lecturas equívocas, pero al final se impone la noción de limbo en forma de capilla. Un limbo que desmentía los tan desconcertantes flash sideways de la sexta temporada y se proponía como una emotiva despedida de los fans, una celebración conjunta de los personajes en la que lo que en realidad se estaba celebrando era la recuperación de la memoria de la isla (vía Desmond Hume). 


Descubriendo por primera vez la milagrosa Underground (Emir Kusturica, 1995) hace unos días, no pude sino invocar el final de Lost de nuevo. Fue después de casi tres horas de incansables festines, de retratos conmovedores de la condición humana, de amor no correspondido y amor viciado, de fraternidad militante, de negritud infinita y humor desarmante, de luchas desde la resistencia y animales sueltos, aceleradas bandas de música y bodas anfetamínicas. Es después de todo eso que la rotunda, incontestable obra maestra de Emir Kusturica ofrece la conclusión más bella posible, más heredera que nunca de Fellini. Casi medio siglo de historia ha arrasado con una tierra (los Balcanes), ha mutilado a sus chiflados y entrañables protagonistas, ha dejado hecha unos zorros la identidad de un pueblo. Pero siempre quedará un limbo de la memoria en el que los personajes no sólo no han muerto, sino en el que perpetúan sus momentos de felicidad en una interminable boda en el que, cómo no, la banda nunca deja de tocar. Un banquete que en nada se verá afectado cuando el pedazo de tierra en el que se celebra se escinda para ser una isla. Es cierto, Jovan antes lloró la fragmentación, preguntaba desconsolado cómo era posible que Yugoslavia ya no existiera. Pero es el mismo Jovan, en esa última escena, el que recuerda, hablándonos directamente a nosotros, que la nación, la historia de su pueblo se compone de sus sueños, de sus debacles, de sus alegrías y hasta de sus celebraciones. En definitiva, siempre les quedará la memoria. Y de esta manera, el banquete en la isla a la deriva de Underground y la inmaculada capilla de Lost se convierten en gemelos simbolismos de un mismo sentimiento. El mismo que consigue que siempre recordemos, con cierta gratitud, sendos finales. Por siempre.


En las imágenes: Imagen promocional de Lost - Copyright 2004 ABC Studios, Touchstone Television, Bad Robot y Grass Skirt Productions. Todos los derechos reservados. Fotograma de Underground - Copyright 1995 Barrandov Studios, CiBy 2000, Komuna y Pandora. Todos los derechos reservados. 

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