La jugada maestra de Woody Allen: articular un ataque devastador contra la nostalgia que ensalza cualquier pasado como mejor, revocar ese ideal de los eternos soñadores y rematarlo, además, con un desencuentro sobre las opiniones que merece la Belle Époque entre el artista (Owen Wilson) y su hallada musa (Marion Cotillard), vía chiste en el Moulin Rouge del que participan Toulouse-Lautrec, Degas y Gauguin. Si además ese recorrido pone de manifiesto la necesidad, incluso la del mismo artista, de reducir la complejidad de sus ídolos intemporales a estereotipos fantaseados —Dalí y sus rinocerontes, Buñuel sin entender el argumento de “El ángel exterminador” (Luis Buñuel, 1962) que le sugiere el protagonista—, entonces la broma es soberbia a costa de derribar deidades y perder complejos, beneficios de la sabiduría de un cineasta más divertido que nunca con su obra, más magnífico tras su aparente levedad.
En la imagen: Fotograma de “Midnight in Paris”, película distribuida en España por Alta Classics © 2010 Mediapro, Versátil Cinema y Gravier Productions. Todos los derechos reservados.
Una magnífica película que sin duda a todos no ha hecho fantasear en épocas pasadas. Cabe destacar la caracterización del gran Hemingway.
ResponderEliminarUn blog muy interesante, me pasare a menudo :)
La verdad es que sí, Corey Stoll está espectacular.
ResponderEliminar¡Gracias, y bienvenida!