Capote, genio y figura. Escritor único y excéntrico, admirado y brillante hasta la médula. "Retengo el 94% de lo que leo. Lo he comprobado". El hombre que inventó la novela de no ficción, y que escribió uno de los libros más grandes del siglo XX: A sangre fría. Su mito va unido irremediablemente al de su obra maestra, capaz de cambiar las tendencias y formas de escribir de la literatura norteamericana. Él lo sabía y era consciente del monstruo que estaba creando ("cuando pienso en lo bueno que será mi libro, me falta el aire") , un fascinador retrato del choque entre dos mundos, de las dos Américas (la de la familia unida del pueblo tranquilo y la de los descarriados que huyen de estado en estado) en la sangrienta noche del 14 de noviembre de 1959 en Holcomb, Kansas.
Capote es ni más ni menos que la puesta en escena de la construcción de aquel mito literario y, de paso, el retrato fidedigno de su autor en su descenso a los infiernos. Es todo un homenaje merecido a A sangre fría, es una apasionante narración del momento más trascendental de la vida del escritor y periodista, es una nada complaciente y genial película capaz de poner a sus pies a cualquier espectador con la sola presencia de un Philip Seymour Hoffman inmenso. Sin exagerar, el eterno secundario ha desempeñado la más impresionante actuación vista en un actor americano en muchos años. Sus gestos son medidos pero naturales y resulta imposible encontrar fisuras en una actuación que desborda brillantez en su representación del cinismo, de la ironía e inteligencia, del carácter sensible de Truman Capote. Hoffman es un gran actor que ha encontrado su sitio gracias a un papel para el que pareció nacer, pese a que se deje caer a posteriori en productos como Mission Impossible: 3. Una interpretación que, pese a su altura, está acompañada por una serie de actores y actrices que le rodean con gran solvencia. Desde Catherine Keener en el papel de la escritora e íntima amiga de Capote Nelle Harper Lee, hasta Cliffton Collins Jr. que se pone bajo la piel de Perry Smith, todos ellos denotan un gran trabajo interpretativo y una gran dirección de actores por parte de Bennett Miller que borda una película alejada de los cánones del biopic. Si algo hay que agradecerle a Miller es centrarse en el momento cumbre de la vida del personaje, aquellos años decisivos en los que forjó aquella obra por la que pasaría a la posterioridad y en la que tan implicado se vio hasta el punto de ser la última que finalizaría.
Pocas veces se ha tratado un personaje con tanta elegancia y sabiduría, acompañándolo de una historia que es paralela a la historia de A sangre fría, que apasiona a sus lectores y a sus no lectores, que demuestra la humanidad de los personajes implicados y que logra momentos soberbios, como el de la revelación de los hechos en la noche del asesinato o la ejecución final de Perry Smith y Dick Hickock. En una escena concreta de la película, la lectura de unos pasajes del libro ante un público asombrado y emocionado es un espejo de lo que vive la sala de cine ante un mito resucitado en pantalla. Un guión fuerte y de buenos diálogos, acompañados de un ritmo que nunca decae o aparenta endeblez, configuran un producto final perfectamente acabado y empaquetado con apenas unas manchas en el papel de regalo. Tal vez la homosexualidad de Capote no figure entre los objetivos principales de ese retrato, pero en cierta manera adolece de una ambigüedad que resulta incomprensible si la ponemos al nivel de la honestidad que defiere el resto de la película. Tampoco el arranque resulta del todo prometedor, con una rápida solución de lo que fue el crimen de los Clutter que, sin embargo, luego se revela como una reserva que más tarde concederá lo que echamos en falta de la noche de la matanza. Poco menos que conmóvedor resulta el momento en que Perry Smith narra aquellos hechos y un Capote contenido ante el horror, pregunta cuánto dinero consiguieron robarles. "40 dólares", contesta él.
En unos tiempos cada vez más dado a los biopics en serie, es de recibo hacer justicia a un drama tan portentoso y fascinante como Capote. Una de esas películas que gusta ver una y otra vez y que uno disfruta desde la admiración. Un trabajo que habla de lo mucho que promete Miller, y de lo grande que es Hoffman, un actor de pinitos que estaba en el momento y lugar oportuno para revelarse como lo que es: un auténtico camaleón. Genio y figura, Hoffman.
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Capote. Estados Unidos. 2005. 110'.
Director: Bennett Miller.
Guión: Dan Futterman; basado en la novela "Capote" de Gerald Clarke.
Música: Mychael Danna.
Fotografía: Adam Kimmel.
Montaje: Christopher Tellefsen.
Diseño de producción: Jess Gonchor.
Vestuario: Kasia Walicka Maimone.
Intérpretes: Philip Seymour Hoffman (Truman Capote), Catherine Keener (Nelle Harper Lee), Clifton Collins Jr. (Perry Smith), Chris Cooper (Alvin Dewey), Bruce Greenwood (Jack Dunphy), Bob Balaban (William Shawn), Amy Ryan (Marie Dewey), Mark Pellegrino (Dick Hickock).
Capote. Estados Unidos. 2005. 110'.
Director: Bennett Miller.
Guión: Dan Futterman; basado en la novela "Capote" de Gerald Clarke.
Música: Mychael Danna.
Fotografía: Adam Kimmel.
Montaje: Christopher Tellefsen.
Diseño de producción: Jess Gonchor.
Vestuario: Kasia Walicka Maimone.
Intérpretes: Philip Seymour Hoffman (Truman Capote), Catherine Keener (Nelle Harper Lee), Clifton Collins Jr. (Perry Smith), Chris Cooper (Alvin Dewey), Bruce Greenwood (Jack Dunphy), Bob Balaban (William Shawn), Amy Ryan (Marie Dewey), Mark Pellegrino (Dick Hickock).
Puntuación: 8
La web también está "encapotada"...
http://www.labutaca.net/films/39/trumancapote.htm (sobre la peli)
http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Delatorre/TrumanCapote.htm (sobre Truman Capote)
http://www.capotefilm.com/ (web oficial de la peli)
http://www.imdb.com/name/nm0000450/ (sobre Philip Seymour Hoffman)