lunes, mayo 31, 2010

Kick-Ass: Listo para machacar

Kick-Ass: Listo para machacar es una espléndida adaptación del original en papel porque esta es ante todo esencial, entendedora de su espíritu. Nada que ver, pues, con lo que la aparatosa y moralista Wanted (Se busca)  (Timur Bekmambetov, 2008) hizo de otro de los trabajos imprescindibles de Mark Millar. La película de Matthew Vaughn  parte de una osadía igual a la de su referente al tiempo que reconcilia el divertimento cafre y la acción incansable como sus valores máximos, lo que se traduce en un humor malsano tan contagioso como en las viñetas y en elaboradas secuencias de acción que corrigen y aumentan las de aquellas (...) Suerte de cruce entre estéticas post-Watchmen (Zack Snyder, 2009), de la serie Viewtiful Joe y el dibujo ultraviolento, realista de John Romita Jr., esta adaptación puede presumir de una caligrafía visual impecable en la que cabe un pasaje literalmente cómic (la historia de Big Daddy y Hit-Girl) u otro directamente extraído de un shooter (la intervención salvadora de Hit-Girl en modo visión nocturna).  
Leer crítica completa en LaButaca.net


En la imagen: Cartel de Kick-Ass: Listo para machacar – Copyright © 2009 Marv Films y Plan B Entertainment. Fotos por Dan Smith. Distribuida en España por Universal Pictures International Spain. Todos los derechos reservados.

jueves, mayo 27, 2010

Desmond Hume

 

Y aquí estamos, en medio de la semana más lostie: en medio de la mayor sobresaturación de información, parodias de Youtube, interpretaciones y especulaciones increíbles y, en definitiva, ruido mediático que ninguna serie de ficción haya generado jamás. Para leer dos reflexiones serenas, pinchar aquí y aquí. Yo aprovecho mi primer (y quizá último) post de Lost para proclamar mi amor incondicional por la figura de Desmond Hume, personaje que me merece el lugar más destacado de entre la mitología parida por Damon Lindelof y Carlton Cuse. Hume es el verdadero héroe romántico de la serie, un Ulises condenado a volver sin remedio a Ítaca pero a estar alejado de Penélope, un fan del Celtic de Glasgow cuyo apellido referencia al filósofo que se adentró en el conflicto entre determinismo y libre albedrío, un escocés resistente a la misma energía electromagnética que haría pedazos a cualquier otro ser humano... y desde el lunes, y como ha dicho Alvy Singer, un recuperador de la memoria desde esa realidad alternativa que ahora sabemos limbo de Lost. En ese homenaje final y sentido a Jack Shephard, es sin embargo Desmond Hume el que obra el milagro de la reunión que despide la serie y se despide de los fans.

En la imagen: Henry Ian Cusick (Desmond Hume) en Lost - Copyright 2004-2010 ABC Studios, Touchstone Television, Bad Robot y Grass Skirt Productions. Todos los derechos reservados.

lunes, mayo 24, 2010

Io sono l'amore (Yo soy el amor)

En la secuencia inicial de Io sono l'amore (Yo soy el amor), la que se debe y honra a la cinta póstuma de John Huston, Dublineses: Los muertos (1987), Luca Guadagnino se adentra con barroquismo y opulencia en la celebración familiar de los Recchi. La cámara ya adopta entonces actitudes flotantes, distanciadas que filman a los personajes y a las frías pasiones que los envuelven, se persona como elemento externo (y extraño) que ejercita el voyeurismo, cuando no se convierte en agente activo que interrumpe la diégesis para arrebatar con escenificaciones del deseo y el renacimiento sexual de Emma Recchi (Tilda Swinton). Dos pasajes particularmente inspirados invocan ese rupturismo: en uno, silencioso y abandonado a los sonidos de la naturaleza, la matriarca vaga por un escenario bucólico, cuando la irrupción en escena de Antonio (Edoardo Gabbriellini) es la de las pasiones contenidas, justo antes de que Guadagnino las suspenda con un brusco plano en negro; en otro, la misma Swinton protagoniza un éxtasis gastronómico que trasciende los límites de la representación, logrando una admirable sinfonía de sabores degustados que también es del espectador.
Leer crítica completa en LaButaca.net

En la imagen: Imagen promocional de Io sono l'amore (Yo soy el amor) – Copyright © 2009 Mikado Film, First Sun, Rai Cinema, La Dolce Vita Productions y Pixel DNA. Distribuida en España por Alta Classics. Todos los derechos reservados.

martes, mayo 18, 2010

Two lovers

Hallamos en la película de James Gray dualidades entre el trabajo dado (la tintorería familiar) y el soñado (la fotografía), el camino recto entregado por la tradición y el tortuoso que demanda caros peajes hacia la felicidad. No es, empero, Two lovers un ejercicio meramente entregado a enfrentamientos clásicos y formalismos varios, sino uno ejemplar de la extraordinaria capacidad de su autor para moverse entre un confeso gusto por el simbolismo (los guantes regalados al protagonista) y acuosas, grises atmósferas eventualmente impregnadas de cámara en mano que acercan la imagen a las sensaciones de una existencia a la deriva. Tampoco supone, la cinta que aquí nos ocupa, ruptura respecto a una reiteración temática que vuelve a insistir en el hijo pródigo y la fatalidad inherente a su retorno como pilar maestro de la trama, si bien los resultados son sustancialmente distintos: en Cuestión de sanre (1994) ese regreso se saldaba con el contagio de la tragedia, en La noche es nuestra (2007) desembocaba en una poderosa reafirmación más allá de cualquier conclusión moral, y en Two lovers da con una decisión altamente inestable y desasosegante.
Leer crítica completa en LaButaca.net

viernes, mayo 14, 2010

La perversión del arte, según Ingmar Bergman


“Haciendo caso omiso de mis propias creencias y dudas, que carecen de importancia en este sentido, opino que el arte perdió su impulso creador básico en el instante en que fue separado del culto religioso. Se cortó el cordón umbilical y ahora vive su propia vida estéril, procreando y prostituyéndose. En tiempos pasados el artista permanecía en la sombra, desconocido, y su obra era para gloria de Dios. Vivía y moría sin ser más o menos importante que otros artesanos; «valores eternos», «inmortalidad» y «obra maestra» eran términos inaplicables en su caso. La habilidad para crear era un don. En un mundo semejante florecían la seguridad invulnerable y la humildad natural.

Hoy el individuo se ha convertido en la forma más alta y en el veneno más grande de la creación artística. La más leve herida, o el dolor ocasionados al yo, son examinados bajo el microscopio como si fuera cosa de importancia eterna. El artista considera su aislamiento, su subjetividad, su individualismo como si fueran casi sagrados. Y así finalmente nos reunimos en un corral grande donde nos quedamos balando sobre nuestra propia soledad sin escucharnos los unos a los otros y sin advertir que nos estamos asfixiando unos a otros hasta matarnos. Los individualistas se miran fijamente a los ojos y sin embargo niegan la existencia unos de otros. Andamos en círculos tan limitados por nuestras propias ansiedades que no podemos ya distinguir entre lo verdadero y lo falso, entre el capricho del gangster y el ideal más puro.

Por consiguiente, si me pregunta qué es lo que desearía que fuera el propósito general de mis películas, contestaría que quiero ser uno de los artistas en la catedral, en el gran llano. Deseo hacer una cabeza de dragón, un ángel, un demonio —o tal vez un santo— tallada en piedra, da lo mismo lo que sea; siento una gran satisfacción tanto en una como en otra cosa. Independientemente de si soy cristiano o pagano, trabajo en la edificación común de la catedral porque soy artista y artesano, y porque he aprendido a formar de la piedra caras, miembros y cuerpos. Nunca necesito inquietarme por el fallo contemporáneo o el criterio de la posteridad; consisto de un nombre y apellido, que no están grabados en ningún lugar y que desaparecerán cuando yo mismo desaparezca. Pero una pequeña parte mía va a sobrevivir en la integridad triunfante, anónima. Un dragón o un demonio, tal vez un santo, no importa qué.

Declaraciones de Ingmar Bergman, recogidas en “Eso de hacer películas”, 
 Film Ideal, núm. 68, Madrid, 1961


- Miércoles 19 a las 18.00h en el Colegio Mayor Lluis Vives, Noche de circo de Ingmar Bergman.

- BONUS: El último corto de Spike Jonze, gratis y en línea, aquí. 

miércoles, mayo 12, 2010

Cines en extinción

Los que rechazamos la nostalgia enmarcada en frases como «el cine se muere» o «ya no es lo que era antes» nos quedamos sin argumentos. Se habla a menudo de lo que ha cambiado el paisaje de la Gran Vía madrileña, del encadenado cierre de teatros y salas, de la desaparición de los grandes carteles que vestían los edificios. Pero la tragedia cultural va más allá. Es algo más que la sustitución de la experiencia de antaño, la de los grandes patios de butacas y telones recogidos, la de los estrenos mayúsculos e incansables anunciados en marquesinas, por la de ahora, la de la mercantilización del cine como complemento de centro comercial, la de la oferta indiscriminada y fugaz. Ayer supimos que el pequeño multisalas de barrio, el cine humilde y apostante por la versión original contará, desde el domingo, con un aliado menos. Antonio Such, gerente de los cines Albatros de Valencia, confirmaba el cierre de las salas de la plaza Fray Luis Colomer, últimas víctimas de una extinción que en la última década ha venido despoblando Valencia de cines urbanos...
Leer artículo completo en LaButaca.net 

jueves, mayo 06, 2010

Iron Man 2

En el caso de este segundo capítulo, la fórmula del éxito vía aumentación sucumbe a los riesgos de la secuela dispersa, sin riesgo, ejecutada en modo de piloto automático. Iron Man 2 padece de un libreto alarmantemente endeble, lo cual resulta si cabe más decepcionante cuando el firmante es Justin Theroux, quien demostrara excelentes dotes para la comedia en el guión de Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra! (Ben Stiller, 2008). Ya no se trata únicamente de tramas y subtramas oxidadas por sobadas, que también (la venganza como principal motor narrativo, los déficits afectivos en la relación filio-paterna del héroe): se trata de la falta de ritmo en la que incurre la cinta de Jon Favreau al poner en paralelo los conflictos personales y tormentos de su protagonista con el transcurso general de la trama; se trata de lo desdibujado de sus secundarios, que convierten al Justin Hammer de Sam Rockwell en un villano imposible, o propicia insólitos comportamientos de James Rhodes / War Machine (la desmadrada e inexplicable pelea con su amigo, llevada casi hasta la destrucción mutua); y se trata de la agotadora repetición de gags (la humana expresividad de las herramientas robóticas de Stark) o de las (cada vez más) facilonas punch lines («¡qué pedazo látigos!»).
Leer crítica completa en LaButaca.net


En la imagen: fotograma de Iron Man 2 – Copyright © 2010 Paramount Pictures, Marvel Entertainment, Marvel Studios y Fairview Entertainment. Fotos por François Duhamel y Merrick Morton. Distribuida en España por Paramount Pictures Spain. Todos los derechos reservados.

lunes, mayo 03, 2010

Fish tank

A propósito de Fish tank decía Nick James, editor de Sight & Sound, que es Ken Loach el padrino de una generación de realizadores pertenecientes a esa tradición. Andrea Arnold, sin duda, entra en ese grupo y se destaca, según James, por una suerte de esfuerzo semi-poético. Efectivamente, no es difícil alinear a Andrea Arnold en ese realismo social con nombres como Mike Leigh o, algo más lejos, con Shane Meadows (con quien comparte preocupación por el aislamiento adolescente), pero quizá sea más atinado poner en común aquí dos títulos provenientes del país vecino: Ricky (2009), la fábula obrera y desencantada de François Ozon, en cuanto a tono y ramalazos líricos en medio de la contención; y Julia (Erick Zonca, 2008), en lo que se refiere a cierta (y plausible) intemperancia narrativa que sobreviene en la última media hora.
Leer crítica completa en LaButaca.net

En las imagen: Fotograma de Fish tank – Copyright © 2009 BBC Films, UK Film Council, Limelight y Kees Kasander. Distribuida en España por Alta Classics. Todos los derechos reservados.