En ese recorrido envenenado, Canino (2009) ponía el acento en la dislexia emocional de una familia encerrada tras el muro que le separaba de un mundo en descomposición. Alps, en cambio, llega después de la metástasis, en el momento en el que la realidad ha quedado reducida a ruinas y sus supervivientes ya son cadáveres, y los cadáveres son —fallidas— reconstrucciones de pasado en las que incluso la nostalgia ha demostrado su inutilidad, su agotamiento. El resultado no es la zombificación de una sociedad, sino el simulacro perverso de lo que viene después de su muerte, que implica oxidadas imitaciones de un tiempo anterior que, al contrario de lo que dice el tópico, probablemente no fue mejor.Leer crítica completa en LaButaca.net
En la imagen: Fotograma de Alps, película distribuida en España por Avalon © 2011 Haos Films, Hellenic Radio & Television, Feelgood Entertainment, Faliro House Productions, Marni Film, Avion Films, Cactus Three y Nova. Todos los derechos reservados.