Pero cómo me gusta esta película... La casualidad me ha llevado a verla por tercera vez, y lo ha conseguido de nuevo. Ha conseguido emocionarme, ha conseguido dejarme llevar y ha conseguido que me sienta desarmado y que vuelva a creer en que aún hoy día se pueden ver pequeñas grandes joyas en las salas comerciales.
Cuando ves en un cartel a Jim Carrey con su sonrisa burlona y ves un título como ¡Olvídate de mí! sin saber nada de la película, te temes lo peor. Pero no, que nadie se engañe, no es la típica comedia ridícula y exagerada de Carrey. Lo único ridículo es el título, que no tiene nada que ver con el original: Eternal sunshine of the spotless mind, algo así como El eterno brillo de las mentes inmaculadas.
Jim Carrey es Joel, un joven introvertido, tímido y triste. Clementine es una chica abierta, impulsiva y alocada. Ambos se conocen y se enamoran, pero tras dos años de relación rompen, y poco después Joel descubre que ella ha recurrido a una revolucionaria clínica para borrarle de su memoria. Resentido y dolido, él decide hacer lo mismo y se somete al mismo tratamiento. A partir de ese momento, el proceso de borrado se convierte en un viaje de Joel a través de su propia cabeza, en el que asistimos a escenas insólitas, llenas de imaginación que sólo son capaces de imaginar por un guionista tan excepcional como Charlie Kaufman (Cómo ser John Malkovich, Adaptation).
Lo mejor de ¡Olvídate de mí! es que es una película extraña pero sincera. Es rabiosamente original, tanto como cabía esperar de un director como Michael Gondry y un guionista como Kaufman. Pero no se queda sólo en eso, sino que además logra ser una fábula sobre la verdadera naturaleza del amor, sin tópicos ni chiclés típicos de las películas románticas americanas. Se dedica a mostrarnos lo que es una relación de pareja, con sus momentos dulces y sus momentos dolorosos, y nos lo creemos porque al frente de la película encontramos dos actores en estado de gracia: un Jim Carrey que demuestra que cuando quiere es un gran actor (como lo hiciera en El show de Truman), y una Kate Winslet que pese al carácter histérico e inaguantable de su personaje, de alguna manera acaba consiguiendo que el público entienda y quiera a su personaje. Están, además acompañados por buenos secundarios como Kirsten Dunst, Tom Wilkinson, Mark Ruffalo o Elijah Wood que dan la talla.
Hoy día pocas películas llegan tan directas al corazón y de forma tan original, con lo cual el mérito es doble. Pese a que la extravagancia del guión de Kaufman hace perderse al espectador en algunos momentos, vale la pena por muchas razones: porque es una gran película surrealista a la par que una gran película romántica, porque no se anda con pasteleo ni es melosa, porque es una película con grandes actuaciones... Un cóctel que hace reflexionar acerca de la vida y de la inevitabilidad del destino a la salida del cine. Pregúntate si harías olvidar un antiguo amor si pudieras y luego mira la película. Da que pensar.
“¡Benditos sean los inocentes! Olvidando el mundo y por éste olvidados. Brillo eterno de una mente inmaculada" - Alexander Pope.
Eternal sunshine of the spotless mind. Estados Unidos. 2004. 108'.
Director: Michael Gondry.
Guión:Charlie Kaufman; basado en un argumento de Michel Gondry, Charlie Kaufman y Pierre Bismuth.
Música: Jon Brion.
Fotografía: Ellen Kuras, en color.
Montaje: Valdís Óskarsdóttir.
Intérpretes: Jim Carrey (Joel), Kate Winslet (Clementine), Kirsten Dunst (Mary), Tom Wilkinson (Dr. Howard), Mark Ruffalo, Elijah Wood.
Puntuación: 8
Más, más, más cosas...
http://www.labutaca.net/films/26/eternalsunshine.htm (críticas, cómo se hizo, etc.).
http://www.eternalsunshine.com/ (página web oficial).
http://www.beingcharliekaufman.com/index.htm?top.htm&0 (página dedicada a Charlie Kaufman, muy currada y original)
http://www.portalmix.com/cine/bios/jcarrey.shtml (sobre Jim Carrey)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2099.html (sobre Mark Ruffalo)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article1388.html (sobre Elijah Wood)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article1489.html (sobre Kirsten Dust)