Larga es ya la tradición iniciada durante la segunda mitad de los 90 de adaptar a la gran pantalla viejas glorias seriadas de la televisión. No son pocas las que dieron el salto al cine, sea tirando por el suelo enormes expectativas o poniendo de manifiesto lo innecesario de su adaptación, sea para acabar con el encanto de la serie original o para darle una nueva dimensión, sea para lograr una conseguida mejora de las virtudes de aquella o pregonar a los cuatro vientos la crisis creativa de los guionistas de Hollywood. La lista de películas nacidas a partir de antiguas (o no tan antiguas, se presumen próximas adaptaciones de Los Simpsons y 24) series de televisión es ya larga y bastante familiar: El fugitivo, Los Vengadores, El Santo, Los Ángeles de Charlie, Mission Impossible, Starsky y Hutch, Los Intocables de Elliot Ness, Star Trek, Perdidos en el espacio, Expediente X... Larga enumeración de atrevimientos en el cine que, bien analizada, supone un balance más negativo que positivo.
Por tanto, muchas de ellas encomiendan su éxito a la fidelidad de sus fans o seguidores de lo que fuera su serie. No es el caso de Miami Vice y de Michael Mann. Poco tiene que ver Corrupción en Miami con aquella serie de tonos pastelones, playas, chicas siliconadas y tramas sencillas y previsibles. Es inevitable pensar en aquella Corrupción en Miami sin cierta complicidad, sin reírnos amablemente de tópicas miniaventuras de 60 minutos en las que la pareja de moda, Don Johnson y Philip Michael Thomas patrullaban con su flamante coche las peligrosas y corruptas calles de Miami. Aquella fue una leyenda de la televisión que entre 1984 y 1989 forjó un considerable ejército de seguidores que hoy nostálgicos asistirán a la revisión que, uno de los propios responsables de la serie, Michael Mann ha hecho a su medida y aparcando por completo cualquier parecido con la original. Esto no significa malo, ni decepcionante. Significa diferente, y por fortuna. Resultaría poco menos que irrisorio, además de un suicidio cinematográfico, que Mann hubiera decidido ser fiel y respetuoso con la estética ochentera para desempeñar su particular versión en nuestros días. Por tanto, los alicientes de la nueva Corrupción en Miami son otros bien distintos: comprobar que Mann sigue en plena coherencia con su estilo sobrio, desnudo, esa manera sucia de grabar cine (efectiva e inteligente al tiempo) ahora adaptada a una historia que no se apega demasiado a su arquetipo de cine. También descubrir si esta pareja protagonista, Farrell-Foxx, desprende la misma química que aquella de Johnson-Thomas o si el ritmo calmado pero intenso de su autor es capaz de funcionar con una película a la que se le presumen buenas dosis de acción. Al final, se trata de someter a examen a un Mann capaz en su día de parir una de las mejores películas de acción de los 90, Heat, sorprender con las interesantes Alí y Collateral, y maravillar con The Insider (El Dilema), una sobresaliente introspección social y mejor homenaje al buen periodismo de investigación. Un listón demasiado alto que superar.
Por tanto, muchas de ellas encomiendan su éxito a la fidelidad de sus fans o seguidores de lo que fuera su serie. No es el caso de Miami Vice y de Michael Mann. Poco tiene que ver Corrupción en Miami con aquella serie de tonos pastelones, playas, chicas siliconadas y tramas sencillas y previsibles. Es inevitable pensar en aquella Corrupción en Miami sin cierta complicidad, sin reírnos amablemente de tópicas miniaventuras de 60 minutos en las que la pareja de moda, Don Johnson y Philip Michael Thomas patrullaban con su flamante coche las peligrosas y corruptas calles de Miami. Aquella fue una leyenda de la televisión que entre 1984 y 1989 forjó un considerable ejército de seguidores que hoy nostálgicos asistirán a la revisión que, uno de los propios responsables de la serie, Michael Mann ha hecho a su medida y aparcando por completo cualquier parecido con la original. Esto no significa malo, ni decepcionante. Significa diferente, y por fortuna. Resultaría poco menos que irrisorio, además de un suicidio cinematográfico, que Mann hubiera decidido ser fiel y respetuoso con la estética ochentera para desempeñar su particular versión en nuestros días. Por tanto, los alicientes de la nueva Corrupción en Miami son otros bien distintos: comprobar que Mann sigue en plena coherencia con su estilo sobrio, desnudo, esa manera sucia de grabar cine (efectiva e inteligente al tiempo) ahora adaptada a una historia que no se apega demasiado a su arquetipo de cine. También descubrir si esta pareja protagonista, Farrell-Foxx, desprende la misma química que aquella de Johnson-Thomas o si el ritmo calmado pero intenso de su autor es capaz de funcionar con una película a la que se le presumen buenas dosis de acción. Al final, se trata de someter a examen a un Mann capaz en su día de parir una de las mejores películas de acción de los 90, Heat, sorprender con las interesantes Alí y Collateral, y maravillar con The Insider (El Dilema), una sobresaliente introspección social y mejor homenaje al buen periodismo de investigación. Un listón demasiado alto que superar.
Corrupción en Miami consigue centrar la atención del espectador de inmediato mediante una muy atractiva escena en la que se nos presenta a los dos sabuesos en el interior de una discoteca de Miami siguiendo uno de sus rastros. Inevitable recordar y establecer paralelismo con la magnífica escena de Collateral en la que Cruise y el mismo Foxx provocan el caos en una discoteca de Los Ángeles. El tramo presentación atrapa con interés a los espectadores justo hasta que los mete de lleno en la trama del narcotráfico que significará el eje único de la película. El problema llegado ese punto es, que el estilo Mann de cámara en mano, desenfoques y ángulos poco recomendables comienza a erosionar, probablemente por abuso, una historia que en sí no presenta ningún interés. Así como Heat o Collateral mostraban tramas impactantes, inmensamente atractivas, la de Corrupción en Miami nos suena a 'ya visto'. Queda por lo tanto patente que Mann debería hacer énfasis en el dramatismo, una posibilidad que bien conoce y sabe desarrollar, pero que resulta fallida con escenas repetitivas de negociaciones tensas con narcotraficantes y aún resulta más desaborida cuando llega la hora de poner en escena el romance entre Sonny (Colin Farrell) e Isabella (Gong Li) la peligrosa amante del rey del narcotráfico, Arcángel de Jesús Montoya (Luis Tosar). El tiempo que Mann dedica a mostrar la aventura amorosa entre ambos es el adecuado, pero en cualquier caso está mal aprovechado: en ocasiones bien podría parecerse a un videoclip de salsa para en otras mostrar un diálogo aburrido, insulso e incapaz de transmitir ni una sola sensación. La flacidez de la escena se asemeja a la de otras tantas que hacen de Corrupción en Miami una película altamente irregular y, sobre todo, poco interesante. No sería justo, sin embargo, negarle los méritos de los que hace gala, con un intenso epílogo en el que la esperada acción reaparece con un estupendo tiroteo, el encuentro en un campamento abandonado en Puerto Príncipe con los hombres de Montoya o esos paseos en porsche desfilando ante las palmeras de las carreteras de Miami que, al final, se acaban convirtiendo en el icono auténtico y genuino de la película.
Queda hablar de la pareja protagonista. Cuanto menos, resulta extraña la sensación que dejan las actuaciones de Farrell y Foxx. Ambos cumplen en su papel, y Foxx mejor que Farrell como mejor actor que es. Pero como pareja protagonista dejan que desear en cuanto a la inexistencia casi absoluta de química. Sonny y Rico trabajan juntos y comparten sus problemas, pero dan la impresión de no conocerse en absoluto. La solvencia que muestran en sus papeles Farrell y Foxx no queda patente en la relación amigos-compañeros que debería existir entre las dos cabezas visibles de Corrupción en Miami, y ahí es donde bien ellos, bien Mann, fallan estrepitosamente. No se puede decir lo mismo de Gong Li que se muestra convincente como mujer letal y a la vez sensible, atrapada por el capo mafioso y del narcotráfico que es Luís Tosar. Poco se puede decir aquí del español cuando su aparición es anecdótica y limitada a unos pocos segundos de rostro sereno y cansado incapaz de infundir el miedo o respeto que se le presupondría.
Cuando los títulos finales ocupan la pantalla, uno no puede dejar de pensar en que esta adaptación de Mann sobre su propia serie no puede dejar contento a nadie. Ni aquellos que esperaran alguna semejanza con la original, ni los que esperábamos ver la progresión de un cineasta notable y su capacidad de sacar provecho de tan arriesgado proyecto. Corrupción en Miami, sin ser un desastre fílmico, denota muy poco interés, resulta sosa y se mantiene en la delgada línea roja que separa la parsimonia del aburrimiento. Unido a la poca fortuna en el uso de una banda sonora actualizada a nuestros tiempos, resultando estruendosa en momentos donde se presume innecesaria, la suma de los factores hace de ella un producto a olvidar en pocos minutos. Malos tiempos para la nostalgia.
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Miami Vice. Estados Unidos. 2006. 134'.
Director: Michael Mann.
Guión: Michael Mann; basado en la serie de televisión creada por Anthony Yerkovich.
Música: John Murphy.
Fotografía: Dion Beebe.
Montaje: William Goldenberg y Paul Rubell.
Diseño de producción: Viktor Kempster.
Vestuario: Janty Yates y Michael Kaplan.
Intérpretes: Colin Farrell (Detective Sonny Crockett), Jamie Foxx (Ricardo Tubbs), Gong Li (Isabella), Naomie Harris (Trudy Joplin), Ciarán Hinds (Fujima), Justin Theroux (Zito), Barry Shabaka Henley (Teniente Castillo), Luis Tosar (Montoya), John Ortiz (José Yero), Elizabeth Rodriguez (Gina).
Puntuación: 4
Aún más vicio...
http://www.labutaca.net/films/42/corrupcionenmiami.htm (sobre la peli)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article3170.html (críticas de la peli)
http://www.corrupcionenmiami.uip.es/ (web oficial España)
http://www.miamivice.com/ (web oficial USA)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/modules.php?name=News&file=article&sid=1369 (sobre Colin Farrell)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2233.html (sobre Jamie Foxx)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2132.html (sobre Michael Mann)
http://www.filmaffinity.com/es/film756444.html (sobre la serie de TV)
Director: Michael Mann.
Guión: Michael Mann; basado en la serie de televisión creada por Anthony Yerkovich.
Música: John Murphy.
Fotografía: Dion Beebe.
Montaje: William Goldenberg y Paul Rubell.
Diseño de producción: Viktor Kempster.
Vestuario: Janty Yates y Michael Kaplan.
Intérpretes: Colin Farrell (Detective Sonny Crockett), Jamie Foxx (Ricardo Tubbs), Gong Li (Isabella), Naomie Harris (Trudy Joplin), Ciarán Hinds (Fujima), Justin Theroux (Zito), Barry Shabaka Henley (Teniente Castillo), Luis Tosar (Montoya), John Ortiz (José Yero), Elizabeth Rodriguez (Gina).
Puntuación: 4
Aún más vicio...
http://www.labutaca.net/films/42/corrupcionenmiami.htm (sobre la peli)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article3170.html (críticas de la peli)
http://www.corrupcionenmiami.uip.es/ (web oficial España)
http://www.miamivice.com/ (web oficial USA)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/modules.php?name=News&file=article&sid=1369 (sobre Colin Farrell)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2233.html (sobre Jamie Foxx)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2132.html (sobre Michael Mann)
http://www.filmaffinity.com/es/film756444.html (sobre la serie de TV)
5 comentarios:
Por desgracia me voy a verla ahora (lo que se hace por amistad) y me confirmas lo que me imaginaba...
Yo que queria ver gracias por fumar!!!
Tener amigos para esto... cuando vuelva de verla dejare clara mi indignacion
La verdad es que yo sí que quería verla. Más que nada porque he seguido la filmografía de Michael Mann, me parece un gran director. Pero bueno, a veces toca salir decepcionado, como es el caso...
Por cierto, que yo también tengo curiosidad por ver esa de Gracias por fumar!! pinta bien.
La pelicula despues de verla... muuuuy aburrida.
Yo tambien le daba un voto de confianza por el director pero la peli es bastante decepcionante, y Collin F. cada vez me parece peor actor
No voy a ver esa película entre otras cosas por Collin F. No puedo con él...
Vaya por delante que tampoco es santo de mi devoción. Añadiré que su actuación en Daredevil es de las peores que he visto en mi vida. Pero también diré que en esta está pasable, adecuado a la chulería que requiere el papel de Sonny Crocket. Aunque a veces asoma asoma una cara de tonto que...
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