miércoles, julio 28, 2010

Good morning starshine

Los expedientes de Springfield es uno de los mejores episodios que ha dado Los Simpson en su larga y todavía inconclusa historia. Argumentos los hay a cascoporro. Desde la condición de parodia de Expediente X que envuelve a todo el episodio (empezando por la pizarra, en la que se puede leer "La verdad no está allá fuera") a su refinado amor por el absurdo, pasando por ese gusto por la referencia que da pie a una de las imágenes más insólitamente divertidas de la serie, la rueda de reconocimiento extraterrestre: 


Por si fuera poco, la trama apunta a la paranoia colectiva con la misma excelencia que lo haría cualquier episodio de South Park, para terminar rematándola con un número musical salido de tiesto. Tras descubrir que tras el extraterrestre de marras sólo se ocultaba un alucinado y fosforescente Señor Burns, el pueblo de Springfield, junto con Leonard Nimoy, Chewbacca, Mulder y Scully, se arrancan a cantar Good morning starshine. Un tema, por cierto, procedente de ese musical emblema de la cultura hippie de los 60 que era Hair, luego adaptado por Milos Forman al cine. En otras palabras, Springfield se apropia del tema en lo que es una celebración espontánea (y deliciosamente sin sentido) de alegría final.

Hair (Milos Forman, 1979)


Los expedientes de Springfield (Steven Dean Moore, 1997)

jueves, julio 22, 2010

Toy story 3

Se trata, sobre todo, de coherencia sentimental. Los espectadores que crecimos al través de las dos primeras entregas deberíamos entender mejor que nadie la misiva que lanza Toy story 3: alcanzada la adultez, se hace necesario el relevo generacional (y con él, la herencia emocional) en el patio de juegos, no sin antes una entregada, sentidísima despedida. Esta tercera parte es ese rendido adiós que conmueve por sincero, pero también uno festivo que lo mismo se traduce en un estallido de alegre autorreferencialidad que se significa en un voraz ejercicio de fagocitación de géneros. La asunción del western en la anfetamínica intro o del cine carcelario en esa tenebrosa aula de guardería no son caprichosas invocaciones, sino señales inequívocas de una caligrafía madura pero gozosa. Dicho de otra manera, Toy story 3 se permite ser deliciosamente excesiva porque ha aprendido a ser un intachable amplificador de las virtudes de sus precedentes, porque ha concebido una celebración tarantiniana del guiño como un camino más hacia la carcajada ingente, o interpretado la villanía como resultado de las heridas de un juguete en principio diseñado para amar.

En la imagen: Fotograma de Toy story 3 – Copyright © 2010 Pixar Animation Studios y Walt Disney Pictures. Distribuida en España por Walt Disney Studios Motion Pictures Spain. Todos los derechos reservados.

jueves, julio 15, 2010

Noche y día


James Mangold nunca se demostró más que un mero oficinista de Hollywood, pero al menos uno con más carácter que el que arrojado aquí (patente está en su estimulante El tren de las 3:10). Tampoco Tom Cruise correspondía a la estirpe mordaz, la del héroe a su pesar a la que sí pertenecía Cary Grant, pero su trayectoria en el cine de acción encontraba aquí un valioso punto (¿y final?) en un Roy Miller limítrofe con la autoparodia (...) Noche y día se sabe (y está orgullosa de ello) un compendio de set pieces frenéticas entre las que apenas importan los motivos para llevar a sus adorables perseguidos de una punta a otra del globo. La intención no es otra que avasallar al espectador con cada nueva persecución o tiroteo, y sin embargo rara vez asistimos a esa chispa incendiaria que supone la entrega al delirio, la anarquía y el órdago a la grande tan necesarios para sobreponerse a lugares comunes y convencionalismos del género.
Leer crítica completa en LaButaca.net

En la imagen: Fotograma de Noche y día – Copyright © 2010 20th Century Fox, New Regency Pictures, Road Rebel, Regency Enterprises, Tree Line Films y Wintergreen Productions. Distribuida en España por Hispano Foxfilm. Todos los derechos reservados.

lunes, julio 12, 2010

Ponyo, L'Atalante y otros

1. El próximo viernes 16 a las 22.00h ponemos en marcha la tercera edición de Nits de Cinema. Cine al aire libre en el claustro del edificio de La Nau. Y además cine para gozar. Empezamos con Nanuk el esquimal (Robert Flaherty, 1922), pero durante 11 días estaremos proyectando un buen puñado de títulos de los que siempre, siempre apetecen. Servidor presentará, el domingo 18, la maravillosa Ponyo del acantilado (Hayao Miyazaki, 2008).

 
2. Ya está a la venta el número 10 de L'Atalante. Revista de estudios cinematográficos. Yo pongo mi granito de arena con un artículo sobre Paul Verhoeven. Y como siempre, además también hay muchos y muy buenos textos que no puedo dejar de recomendar. Más detalles aquí.


3. Crítica de Gainsbourg (Vida de un héroe), una de las pocas alegrías que me he llevado en el cine en el último mes. Y seguimos esperando con impaciencia la muy, muy prometedora Toy story 3.


En la imagen: Fotograma de Ponyo del acantilado - Copyright © 2008 Studio Ghibli. Distribuida en España por Aurum. Todos los derechos reservados.

viernes, julio 02, 2010

El insospechado vínculo entre Underground y Lost

A veces, tras la muerte, llega la celebración. El (con razón) discutido final de Lost ha propiciado muchas lecturas equívocas, pero al final se impone la noción de limbo en forma de capilla. Un limbo que desmentía los tan desconcertantes flash sideways de la sexta temporada y se proponía como una emotiva despedida de los fans, una celebración conjunta de los personajes en la que lo que en realidad se estaba celebrando era la recuperación de la memoria de la isla (vía Desmond Hume). 


Descubriendo por primera vez la milagrosa Underground (Emir Kusturica, 1995) hace unos días, no pude sino invocar el final de Lost de nuevo. Fue después de casi tres horas de incansables festines, de retratos conmovedores de la condición humana, de amor no correspondido y amor viciado, de fraternidad militante, de negritud infinita y humor desarmante, de luchas desde la resistencia y animales sueltos, aceleradas bandas de música y bodas anfetamínicas. Es después de todo eso que la rotunda, incontestable obra maestra de Emir Kusturica ofrece la conclusión más bella posible, más heredera que nunca de Fellini. Casi medio siglo de historia ha arrasado con una tierra (los Balcanes), ha mutilado a sus chiflados y entrañables protagonistas, ha dejado hecha unos zorros la identidad de un pueblo. Pero siempre quedará un limbo de la memoria en el que los personajes no sólo no han muerto, sino en el que perpetúan sus momentos de felicidad en una interminable boda en el que, cómo no, la banda nunca deja de tocar. Un banquete que en nada se verá afectado cuando el pedazo de tierra en el que se celebra se escinda para ser una isla. Es cierto, Jovan antes lloró la fragmentación, preguntaba desconsolado cómo era posible que Yugoslavia ya no existiera. Pero es el mismo Jovan, en esa última escena, el que recuerda, hablándonos directamente a nosotros, que la nación, la historia de su pueblo se compone de sus sueños, de sus debacles, de sus alegrías y hasta de sus celebraciones. En definitiva, siempre les quedará la memoria. Y de esta manera, el banquete en la isla a la deriva de Underground y la inmaculada capilla de Lost se convierten en gemelos simbolismos de un mismo sentimiento. El mismo que consigue que siempre recordemos, con cierta gratitud, sendos finales. Por siempre.


En las imágenes: Imagen promocional de Lost - Copyright 2004 ABC Studios, Touchstone Television, Bad Robot y Grass Skirt Productions. Todos los derechos reservados. Fotograma de Underground - Copyright 1995 Barrandov Studios, CiBy 2000, Komuna y Pandora. Todos los derechos reservados.