Sólo el prólogo de Scream 4 se basta para remozar la serie a la altura de sus mejores tiempos —es decir, a la altura de la primera entrega—, justificar la existencia de esta secuela y, de paso, ciscarse en todas las leyes de las secuelas en el cine de terror. Ese prólogo de malsanas muñecas rusas funciona a tantos niveles que es capaz de ser cuenta atrás, broma metalinguística con cachondeo de la nostalgia y desaire de Wes Craven al auge del torture porn en la última década —vía Saw IV (Darren Lynn Bousman, 2007). Así pues, que viva la coña genérica y las secuelas retorcidas, que viva Craven rechiflándose hasta de su propio metalenguaje —«¿Cómo puede ser tan meta?» le pregunta Gale Weathers (Courteney Cox) a Dewey Riley (David Arquette), camino de detener una maratón de “Puñalada”— y que viva la resurrección de Scream, punto de encuentro para gozosos del slasher que saben de las verdaderas intenciones de la franquicia.Leer crítica completa en LaButaca.net
En la imagen: Imagen promocional de Scream 4, película distribuida en España por Wide Pictures y Universal Pictures International Spain © 2011 Dimension Films, Midnight Entertainment y Outerbanks Entertainment. Todos los derechos reservados.
1 comentario:
Yo lo siento mucho pero me parece q no la voy a ver :) Un saludo
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