La intérprete

Muchas veces nos encontramos con películas con buenos argumentos que hubieran podido dar mucho más de sí. Es el caso de La intérprete, de Sydney Pollack (autor de buenas películas como Memorias de África o La Tapadera y otras infumables como Sabrina).

Desde el principio sabemos que se trata de un producto para entretener y poco más: Kidman es una intérprete de la ONU nacida en África que escucha por un teléfono una conversación en la que se habla de matar al representante del país del que ella procede, Matogo. A partir de ahí asistimos a una serie de hechos en el que la protagonista se sentirá perseguida y deberá ser protegida por un agente (Sean Penn) que acaba de perder a su mujer y está pasando por una depresión. La película logra su propósito: entretiene de principio a fin, pero no hay más... Hubiera podido ser un buen thriller político, pero el argumento parte de un país que ni siquiera existe, Matogo, con lo cual, las denuncias políticas de genocidio y corrupción de gobierno que hubiera encontrado en otros muchos países de África, caen en saco roto y restan toda la importancia a la película. Se puede decir que es muy políticamente correcta, y que aboga por la paz en el mundo y que la ONU es un organismo capaz de conseguirla y blablabla, cosa que no es de extrañar cuando se trata de la primera película que logra grabar dentro de las instalaciones del edificio de las Naciones Unidas.

Por lo demás, es de agradecer el buen ritmo de la película y que Sydney Pollack no la haya dejado caer en una sucesión de explosiones y tiroteos, como ocurre con la mayoría de productos llegados desde EEUU. Los actores están bien en sus papeles, tanto Nicole Kidman como Sean Penn, pero ni mucho menos alcanzan el nivel conseguido en otras películas de su ya extensa y brillante carrera. La intérprete es un thriller menor, del que se puede decir que distrae... y para de contar.

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The interpreter. Estados Unidos, 2005. 128'.
Director: Sydney Pollack.
Guión: Charles Randolph, Scott Frank y Steven Zaillian.

Música: James Newton Howard

Fotografia: Darius Khondji, en color.
Intérpretes: Nicole Kidman (Silvia Broome), Sean Penn (Tobin Keller),

Catherine Keener (Agente Doot Woods)

Puntuación: 6

Para saber más sobre la película, la Kidman o Sean Penn...

http://www.lainterprete.uip.es/ (Página oficial en España)

http://www.publispain.com/nicolekidman/ (Web no oficial de Nicole Kidman)

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article1576.html (Sobre Sean Penn)

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2519.html (Sobre Sydney Pollack)

Bailar en la oscuridad

Como si Shakespeare hubiese resucitado para hacer su última gran obra... Lars Von Trier construye un musical que es una tragicomedia sobre la vida y el mundo, al que se le puede calificar sin ningún miedo como obra maestra del cine contemporáneo.

Bailar en la oscuridad nos lleva a la historia de una emigrante checa, Selma (Björk), en los Estados Unidos y en los años 70. Ella vive con su hijo Gene y paga puntualmente el alquiler a sus vecinos, trabaja en la fábrica duramente y aún tiene tiempo para ensayar una obra de teatro musical. Pero tiene un secreto que no cuenta: se está quedando ciega poco a poco, y ahorra dinero para pagar la operación que impedirá que su hijo corra la misma suerte. Aún así, Selma vive feliz en su ingenuidad y siente la música como parte de su vida, bailando y cantando como única manera de abstraerse de sus problemas y de la oscuridad que poco a poco le van envolviendo.

Ya en los primeros minutos de la película comprendemos que vamos a asistir a una película nada convencional (colores y formas se van mezclando en la pantalla mientras oímos la relajante música de Björk) para luego asistir durante toda la película a un estilo muy definido en el que, sin dejar de respetar las convenciones del Dogma (cámara en mano, ausencia de alardes técnicos...) asistimos a escenas de gan intensidad dramática y donde realmente conocemos a los personajes (la incidencia de planos repetidos sobre el mismo personaje nos ayuda a sentirlo más cerca y descubrir cómo se siente), algo que no se puede decir de muchas películas. Luego estas escenas dan paso a números musicales magistrales (el número sobre el tren es inolvidable), bellos, con coreografías excepcionales que le dan a la película un sentido propio. ¿Musical? Sí, pero justo en las antípodas de un musical de Hollywood.

Brillante y dura a la vez, nos demuestra una vez más que el cine en estado puro se encuentra en conocer a los personajes y darle sentido a su historia. La película es ya no solo emotiva, sino también visceral, demoledora, brutal en su sinceridad, como una patada en el estómago del espectador que se queda temblando tras la última escena de la película. Björk roza la perfección en su actuación (tal vez por el mismo hecho de no ser actriz la transformación es absoluta, es una interpretación totalmente totalmente sentida, sin fisuras) y eso le valió la Palma de Oro a mejor actriz (que se sumó a la de mejor película), pero también está acompañada con una Catharine Deneuve brillante, y dos secundarios de lujo que dan la talla (David Morse y Peter Stormore).

La esencia de Bailar en la oscuridad no es sino el de la realidad misma: el mundo es un estercolero, una manzana podrida de ambición y egoísmo, donde al final sólo pueden ser feliz los ingenuos como Selma, que pasa el día imaginando espectaculares números musicales en los que ella es la estrella, tal como sucede en sus películas favoritas, aquellas en las que Fred Astaire bailaba claqué... pero la realidad es otra, y el final, como averiguamos pronto, no será el final feliz de esas películas, sino otro muy distinto...
Es sin duda lo mejor que he visto en muchísimo tiempo... No os la perdais.

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Dancer in the dark. Dinamarca-Suecia, 2000. 139'.

Director: Lars Von Trier.

Guión: Lars Von Trier.

Fotografia: Robby Müller, en color.

Música: Björk

Intérpretes: Björk (Selma), Catharine Deneuve (Kathy), David Morse (Bill), Peter Stormore (Jeff).
Puntuación: 10
Si quereis saber más sobre Bailar en la oscuridad o sobre Lars Von Trier:
http://www.mundofree.com/cine_nordico/Lars_von_Trier.html (Sobre Lars Von Trier)
http://www.labutaca.net/films/1/bailaren2.htm (Una crítica de la película)
http://www.terra.es/cine/biofilmografia/articulo.cfm?ID=6422 (Sobre David Morse)

Cosas que hacen que la vida valga la pena

Es la última de Manuel Gómez Pereira. El tema del que parte la película es más que interesante: el amor que surge entre una funcionaria que trabaja en el INEM adicta a los antidepresivos (Ana Belén) y un profesor de autoescuela alcohólico y en paro (Eduard Fernández). Dos personajes en crisis que además han sufrido sendas historias de ruptura sentimental y cuya vida navega sin rumbo fijo hasta que se encuentran.

La lástima de esta película es que partiendo de una buena base, el empeño en convertirlo en una comedia 'agridulce', (como bien indica en el cartel promocional) acaba convirtiéndola en un producto que sirve para pasar el rato, pero que en ningún caso me llegó a emocionar y que se olvida rápidamente. Lo forzado de muchas de las situaciones es lo que hace que no funcione y que no me crea muchas de las escenas de la película. Junto a momentos buenos y acertados como la escena en la que se encuentran en un bar y sabemos lo que cada uno piensa del otro (Ella: "tiene las manos bonitas"; él: "tiene unas tetas preciosas"), se juntan otros muy poco creíbles y que dejan demasiado a la casualidad y el destino (el juego de las iniciales del nombre de ella, o el final de la película son buenos ejemplos de ello).

El mensaje consigue ser transmitido al espectador: lo impredecible de la vida y de las relaciones sentimentales, lo inesperado del enamoramiento... pero si lo consigue es mediante situaciones que difícilmente se darían en la vida real (la comunión en el restaurante chino, el enamoramiento absoluto en dos días, la huída con la furgoneta...). Tal vez era una película ideal para ser un drama con tintes de comedia y no al revés, como aquí se pretende.

Eso sí, me gustaron mucho los actores. Eduard Fernández lo hace bien (aunque me desesperó un poco viéndolo hacer de borracho) y Ana Belén está genial en su papel de madre separada, funcionaria y amargada. Ambos están acompañados por buenos secundarios como son María Pujalte y sobre todo José Sacristán, en el papel de padre de Eduard Fernández, y que sin duda es de lo mejor de la película. También destacar una buena banda sonora con temas como 19 días y 500 noches o Alegría de vivir, más que conocidos, junto con otros creados para la película, como la misma canción principal de mismo título, Cosas que hacen que la vida valga la pena.

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Cosas que hacen que la vida valga la pena. España, 2004. 90'.

Director: Manuel Gómez Pereira.
Guión: Yolanda García Serrano, Joaquín Oristrell.
Fotografia: Juan Amoros, en color.
Intérpretes: Eduar Fernández (Jorge), Ana Belén (Hortensia), José Sacristán (padre de Jorge), María Pujalte (ex-mujer de Jorge).

Puntuación: 6

Si quereis saber más sobre la peli o los actores...

www.bocaboca.com/vidavalgalapena (web de la película)

http://es.movies.yahoo.com/db/f/2/0/2000301.html (sinopsis, fichas, crítica...)

http://canales.elcorreodigital.com/servicios/cine/entrev190501.html (entrevista a Eduard Fernández)

http://anabelen.iespana.es (web no oficial de Ana Belén)

http://www.todocine.com/bio/00200009.htm (sobre José Sacristán)

Videodrome

Voy a empezar el blog con Videodrome, de David Cronenberg. No por nada en especial, sino porque es la última que he visto, y me ha parecido una película impactante e interesante. Se trata de una película de Cronenberg, lo que significa que nos encontramos ante un producto muy alejado de cualquier cosa que se pueda considerar "normal" o de "consumo". A lo largo de su carrera Cronenberg ha sido un desconocido para el gran público mientras que en paralelo, se ha forjado una brillante reputación entre el sector de la crítica. En su filmografía ha ido alternando proyectos más abiertos al público (a pesar de lo cual muchos le continúan poniendo la etiqueta de director 'extraño'), como La mosca, La zona muerta o Existenz, junto a otros mucho más personales como Rabia, Cromosoma 3 o la muy polémica Crash. Videodrome se integra en este segundo grupo. Se trata de uno de los films más personales del canadiense, hasta el punto que requiere de varios visionados para comprenderlo en su totalidad.

En Videodrome el argumento nos lleva de inicio a un tema ya de por sí desagradable: un hombre que regenta una cadena de televisión (James Woods) que se hace valer de la violencia y el erotismo para lograr subir los niveles de audiencia. En su búsqueda de conseguir el todavía más morboso espectáculo, se topa con Videodrome, un canal de televisión pirata que emite torturas, violencia y violaciones de manera contínua.
El problema viene cuando Woods descubre que Videodrome se trata de mucho más: no sólo lo que está viendo es completamente real, sino que su efecto sobre el ojo del espectador es terrible, ya que su impacto es tan grande que causa un efecto cancerígeno sobre el cerebro, causando sobre él terribles alucinaciones que le llevan a no saber distinguir entre la realidad y la conciencia. A todo esto asistimos en la primera parte de la película; durante la segunda mitad de la película Woods descubrirá que detrás de Videodrome hay mucho más.

La sensación que me causó la película desde el comienzo fue la de desconcierto. El efecto de muchas de las escenas creadas por Cronenberg sobre el espectador es poco menos que de impacto y quedan grabados en su memoria visual. La incidencia de sexo, violencia y terror biológico (del que se le considera maestro) en la película es muy elevada y hace de Videodrome un producto que no deja indiferente a nadie. Resulta difícil olvidar la escena (precisamente la más conocida de la película) en que asistimos a cómo un cuerpo se abre dejando salir las entrañas y parte de su cerebro. Un cuidadísimo espectáculo visual a la vez que desagradable en extremo y rozando los límites de lo grotesco. Igualmente impactante resultan otras escenas, como cuando el protagonista en una de sus alucinaciones se introduce en la pantalla de su televisor. Además, no fallan otros ingredientes afines a sus películas, como es el hecho de que encontremos a un protagonista, una vez más, atormentado, que se sumerge en la autodestrucción en su ansia por lograr el poder.

Eso sí, no me gustaron mucho los actores: James Woods cumple en su papel, pero si luego me acordaré de él será por el impacto de las imágenes más que por su actuación. Además, hay algunos secundarios que me parecieron un poco flojos.
Pero en conclusión, se trata de una película muy interesante, y más si te apetece algo distinto, que no se parezca nada a lo que has visto. Espero poder verla de nuevo para entenderla mejor y comprender algunas cosas mejor, pero lo cierto es que es muy recomendable.

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Videodrome.Canadá, 1982. 87'
Director: David Cronenberg.

Guión: David Cronenherg.

Fotografia: Mark Irwin, en color.

Intérpretes: James Woods (Max Renn), Sonja Smits (Bianca O'Bivlion), Deborah Harry (Nicki Brand).
Puntuación: 7,5

Si quereis saber más sobre Cronenberg o sobre Woods...

http://usuarios.lycos.es/cronenberg/p_princpl.htm

http://www.portalmix.com/cine/bios/dcronenberg.shtml

http://www.monteuve.com/filmografia/cronenberg.html

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article1881.html

Cinelandia

Cinelandia es un blog con intenciones bien sencillas: la de dejar opiniones y críticas de películas y compartirlo con los demás internautas y aficionados al mundo del cine. Aquí iré comentando y dando mi opinión sobre todas aquellas películas que vaya viendo, me hayan gustado más o menos, y espero poder compartir esas opiniones con el resto de gente que se pase por aquí. En resumen, que el objetivo no es sino disfrutar del cine, de la crítica, y de compartir opiniones con los demás aficionados.