Buscando la manera de materializar una idea que me venía rondando la cabeza, he decidido comenzar una especie de serie por entregas de grandes momentos del celuloide que me han marcado de una manera u otra. No son pocos, y hay días en los que me gustaría volver a recordarlos con cariño y una cierta dosis de análisis, para entender un poco mejor qué es lo que los hacen especiales para mí. Seguramente algunos estén nacidos para la discrepancia, otros no tanto, pero me agrada la idea de hacerles un homenaje a todos ellos y, por consiguiente, al cine que adoro y no me cansaría de ver; y, ya de paso, tal vez alargar un poco más la vida de este blog, para suerte o desgracia.
Siempre he mantenido que 1999 fue uno de los mejores años de cine de la pasada década. El fin de milenio trajo con sí películas que iniciaron tendencias, marcaron revolución o provocaron el escándalo. American Beauty fue un tan bello como ácido retrato de la família media-alta norteamericana, Tres Reyes una extraña comedia antibelicista que abría fuego directamente contra la incursión americana en Irak, Todo sobre mi madre, una de las cumbres del cine español, Eyes Wide Shut, el testamento cinematográfico del maestro Kubrick... Y por si fuera poco, llegó Matrix para poner patas arriba la ciencia-ficción y un tipo raro llamado Spike Jonze nos explicó Cómo ser John Malkovich. Para un servidor, sin embargo, dos películas de corte bien distinto le marcaron como pocas. Una es El Club de la lucha, de la que tengo otros muchos momentos. La otra y que aquí nos ocupa es Magnolia, de Paul Thomas Anderson, figura clave del cine independiente americano y alumno (muy) aventajado de Robert Altman.
Magnolia es una película tan grande como la vida misma, humana como pocas. Tantas reflexiones se pueden extraer de esta película que resulta imposible permanecer impasible a las historias de vida que se cruzan en una película sobre personas destrozadas que buscan su sitio en el mundo. Un showman misógeno (Tom Cruise), un niño prodigio (Jeremy Blackman), un viejo moribundo (Jason Robards), su esposa (Julianne Moore) y el enfermero (Philip Seymour Hoffman), una alcohólica y drogadicta (Melora Walters) que mantendrá un inesperado romance con un policía de gran corazón (John C. Reilly), un popular presentador de un programa de televisión que se muere (Philip Baker Hall)... Durante 3 horas Magnolia se rebela como una introspección en sentimientos humanos como la culpa, la redención, la esperanza, el destino y sobre todo, la soledad. Pero hay, por encima de todos, un momento, una escena capaz de ponerme los pelos de punta y conmoverme con la misma facilidad que la primera vez que la contemplé. Philip Seyomur Hoffman, en primer plano, derrama lágrimas mientras suministra al moribundo Earl la inyección que por fin le despojará del sufrimiento. De fondo, comienzan a oírse los primeros acordes de Wise up, la canción de Aimee Mann. Los personajes de Magnolia se irán sucediendo ante la cámara en su infinita soledad, en su falta de amor, mientras cantan la letra de la canción con una tristeza insoportable, pero con un atisbo de esperanza que tal vez para ellos nunca se llegue a consumar... o tal vez sí. Se trata de un pasaje único en su especie, ya que resulta difícil encontrar en el cine contemporáneo reciente una escena similar que no esté ubicada en un musical. Lejos de caer en el ridículo que podría haber significado semejante riesgo (y que vuelve a tomar en la lluvia de ranas posterior, con también un atractivo resultado), Paul Thomas Anderson encontró la armonía, la paz y la belleza conjuntadas en la pantalla. Una emoción contenida de sus personajes que estalla en forma melódica, reclamando ser amados, y que resulta difícil de olvidar.
It's not
What you thought
When you first began it
You got
What you want
Now you can hardly stand it though,
By now you know
It's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up
You're sure
There's a cure
And you have finally found it
You think
One drink
Will shrink you 'til you're underground
And living down
But it's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up
Prepare a list of what you need
Before you sign away the deed
'Cause it's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up
No, it's not going to stop
'Til you wise up
No, it's not going to stop
So just...give up
14 comentarios:
Por alguna razón no me deja publicar la foto... Lo intentaré más tarde
Sin lugar a dudas rompe con esa tendecia "neoesnobista". Yo tengo un grato recuerdo de esa película aunque hace mucho que la vi.
Creo que tiene cosas muy grandes y la que comentas sin lugar a dudas.
Me encantó la lluvia de ranas...
He revisionado esta escena para la ocasión, pero me han entrado unas ganas tremendas de verla otra vez. Por cierto, me he dejado uno de los mejores personajes: el de William H. Macy, si no recuerdo mal una especie de contable que le roba dinero a su jefe o algo así. En cualquier caso, gran película. Para mí imprescindible.
sería muy difícil hacer una lista de imprescindibles ehh. Yo lo he intentado más de una vez y además tratando de publicarla en el blog, pero es muy complicado. Primero tienes que marcarte un número, sino no serían impprescindible y siempre tienes la sensación de dejarte alguno o querer cambiar alguna por otra.
El otro día me obligaron a decir mis cinco películas favoritas. Esta claro que es imposible reducirlas a cinco pero en ese momento elejí:
Funny Games de Michael Haneke
París, Texas de Win Wenders
Los 7 samuráis de Akira Kurosawa
El Elemento del Crimen de Lars von Trier
La Regla del Juego de Jean Renoir
No sé, me dio por ahí. Creo que es una buena elección pero se quedan muchas en la cuneta, mejor y peores...
Vamos a ver... interesante pregunta. Yo diría mis 100 favoritas como mínimo, pero las 5 que se me ocurren así de primeras son...
- Blade Runner (Ridley Scott)
- El ladrón de bicicletas (Vittorio de Sica)
- Barton Fink (Joel y Ethan Coen)
- La mosca (David Cronenberg)
- Vértigo (Alfred Hitchcock)
...y ahora me acuerdo de Grupo Salvaje, de Peckimpah, si es que es imposible comprimirlas en 5...
...y ahora me acuerdo de Grupo Salvaje, de Peckimpah, si es que es imposible comprimirlas en 5...
Cada día serían cinco nuevas hasta llegar a esas 100 mínimas. Es absolutamente imposible digerir todo lo que hay. El nivel de producción es salvaje, y eso que me limito al ambito de criterio nuestro. Es decir, películas que nos interesan....
No os genera ANGUSTÍA de no poder verlo todo y SATISFACCIÓN de saber que siempre encontras una película que no hayas visto y te guste....
Ahora mis comentarios van por duplicado :S
Pues sí, tú mismo lo has dicho... el ritmo al que bajo películas pendientes o salen nuevas en el cine que desee ver es superior en 50 a 1 al ritmo de películas que puedo digerir. En media hora me voy a ver Cargo, veremos qué tal...
Ya me dices que tal porque tengo mis dudas sobre esa peli. Me encanta Luís Tosar y el guión es de Paul Liverty pero no sé. Ya me dices y decido si ir, ok?
Mi blog está sufriendo el acoso del spam...
En cuanto a Cargo. Mala, sin más. En la crítica ya me cebaré a gusto, pero menuda decepción...
Sobre las 5 favoritas... es imposible, sugiero hacer un top 5 pero por tematicas, ya que creo seria mas facil sacar 5 de cada genero que 5 en general
Jejejeje. Gracias chicos. Yo os recomiendo que vayáis a ver "El Arco" de Kim Ki-Duk cuando la entrenen. Promete no decepcionar...
Publicar un comentario