lunes, enero 01, 2007

El Camino de los ingleses



La poesía siempre es difícil para el cine. No la poesía visual, que tampoco abunda en exceso pero sí podemos encontrar ejemplos rápidos. Hablamos de la palabra trasladada a la imagen, de los versos que saltan de las páginas a los fotogramas, de la trabada relación de los géneros que se plasma en la segunda película de Antonio Banderas, El Camino de los Ingleses.

Basada en la novela homónima de Antonio Soler, El Camino de los Ingleses cuenta con una importante carga poética en sus imágenes, el verano de un grupo de amigos en la Málaga de mediados de los 70. Soler fue el encargado de adaptar su propia novela, con lo que la película está teñida de ese respeto a cualquier aspecto onírico y poético que fuera parte del libro adaptado (con la recompensa de la nominación al Goya). El narrador pasa a ser la voz de Fran Perea (el 'garganta'), a la vez personaje tangente que observa la vida de ese grupo de amigos mientras alcanza su sueño de trabajar en la radio. Perea ejerce la función de narrador a la perfección con una voz cálida y sentida, voz de "radio, radio", como bien señala su personaje al camarero del bar. Desde esa omnipresencia del narrador, la película de Antonio Banderas está llena de un respeto casi sagrado por la obra original, desarrollando escenas de difícil digestión por su hondo surrealismo, imágenes propias del subconsciente que sugieren más sobre el papel y se enrarecen en la pantalla.

Partiendo de ese respeto, El Camino de los Ingleses demuestra constantemente el riesgo de adaptar una novela de este tipo. La película goza de gran fuerza y empeño por todos los partícipes en sacarla adelante, además de un cariño paternal de Banderas que se dilucida en muchas de sus escenas (la historia debió tocarle muy de cerca). Ese riesgo asumido por Banderas y su equipo da como resultado una película irregular pero sorprendente, difícil pero tierna, de esas que o bien implican emocionalmente al espectador melancólico de la vida vivida, o le confinan al aburrimiento absoluto. Y es que existe una emoción implícita durante todo el metraje que explota en escenas tan bellas como la de el grupo de amigos bajo la lluvia o la última conversación que mantienen Miguelito (Alberto Amarilla) y Luli (María Ruiz) en la que el teléfono queda colgando en el interior de la cabina. Es en esos momentos cuando El Camino de los Ingleses da lo mejor de sí, convirtiéndose en un auténtico canto a las ganas de vivir y perseguir los sueños. Es en otra faceta (y en el empeño de querer adaptar todo con la máxima fidelidad) donde tropieza, cuando pretende retomar la vida anterior de Miguelito en el Hospital a través de sueños confusos o cuando abusa de la imagen mental, la alucinación misma puesta en escena (con referencia torpe a la Divina Comedia incluida). Tampoco acierta en las historias paralelas, los dramas familiares de algunos de sus protagonistas, poco y mal desarrollados (el ejemplo evidente: la familia de Paco o la historia de la madre de Barbusa.



Los dos pilares restantes se constituyen sobre la música de Antonio Meliveo y sobre los actores que son el alma de la película. La banda sonora de El Camino de los Ingleses goza de un papel protagonista que se gana con una partitura melancólica y bella, que ayuda a crear la atmósfera pretendida en la que se mueven sus personajes. Estos personajes, estos amigos, están desempeñados con sorprendente eficacia por un grupo de actores muy jóvenes, provenientes muchos de la televisión y capaces de exorcizar los prejuicios del público que aún recuerda sus lamentables incursiones en teleseries como Los Serrano o Mis adorables vecinos. Aquí el título (y tal vez el Goya) de mayor revelación se la lleva Alberto Amarilla, alma y recipiente de los sueños e ilusiones de un Banderas que quería ser Miguelito. Salvo un Mario Casas más accidental, el núcleo de los actores principales da la talla y hacen creíbles sus papeles de adolescentes en la flor de un verano inolvidable. Sin ellos, sin la buena dirección de actores de Banderas, El Camino de los Ingleses hubiera recaído irremediablemente en una película fallida y a olvidar. Con ellos, Miguelito y los demás refrescan el recuerdo de lo que un día fueron sueños de juventud, y vida... cuando más intensa fue.
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El Camino de los Ingleses. España y Reino Unido. 2006.120'.
Director: Antonio Banderas.
Guión: Antonio Soler, basado en su novela homónima.
Música: Antonio Meliveo.
Montaje: Mercedes Alted.
Fotografía: Xavi Giménez.
Dirección Artística: Javier Fernández.
Vestuario: Bina Daigeler.
Producción: Antonio Banderas, Gustavo Ferrada, Carlos Taillefer y Antonio Meliveo.
Intérpretes:
Alberto Amarilla (Miguelito Dávila), María Ruiz (Luli Gigante), Raúl Arévalo (Babirusa), Félix Gómez (Paco Frontón), Fran Perea ("El Garganta"), Marta Nieto ("La Cuerpo"), Mario Casas (Moratalla), Antonio Garrido (Cardona), Antonio Zafra ("El Enano Martínez"), Berta de la Dehesa ("La Gorda de la Cala"), Cuca Escribano (Fina), Juan Diego (don Alfredo), Victoria Abril ("La Señorita del Casco Cartaginés").
Puntuación: 6
Sigue el camino...
http://www.labutaca.net/films/43/elcaminodelosingleses.htm (sobre la peli)
http://www.elcaminodelosingleses.com/ (página web oficial)
http://www.hoycinema.com/actualidad/reportajes/malaguenos-camino-2005.htm (entrevistas a varios miembros del rodaje)
http://www.imdb.com/name/nm1686959/ (sobre Alberto Amarilla)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/modules.php?name=News&file=article&sid=1330 (sobre Antonio Banderas)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que tu crítica es más benévola que lo que había escuchado antes. No puedo decir mucho más, ya que no la he visto...

Anónimo dijo...

Si, la verdad es que todo lo que yo había leído eran rajadas, y no precisamente pequeñas. Pero muy bien Jordi, veo que aprendes de Bordería, nunca fusiles a un película.

Jordi Revert dijo...

Bueno, también depende de dónde miréis... Yo salvo una crítica las que he leído la ponían bien (Butaca, Cartelera del Levante, Cartelera Turia...), más o menos con calificaciones similares a la que le he puesto yo (pinchad alguno de los links de abajo y veréis que no miento). Pero en cualquier caso, sí reconozco que esta es película típica de las que crean división de opiniones.

vitisa dijo...

Buenas, entré de casualidad a este blog buscando blogs de cine español o cortometrajes.
El camino de los ingleses.. digamos que cuando fuí a verla no tenía muchas esperanzas de que fuera buena ya que las personas que yo conocía que la habían visto no les había dando buena impresión. Cuando ví a la gente saliendo del cine antes de que yo entrara a la siguiente sesión me desmoralizaron con sus caretos. Pero al ver la película entendí los comentarios de la gente y sus rostros entristecidos, porque es una película bastante triste. A mí me encantó, se nota que es de un director que está empezando y ha encontrado una forma fácil de representar esa época tan difícil quizás eso es lo que no ha gustado mucho. Creo que eso es lo que se quería buscar con ella, algo complicado convertirlo en algo fácil de hacer y comprender.
Si algo es verdad que no me gustó son los planos que se cogían de Málaga desde abajo hacia arriba sólo viéndose el cielo... me parecen un desperdicio.
Yo le pongo un 7.
Saludos a todos.
Mi blog es: www.vitisa.blogspot.com

Jordi Revert dijo...

Hola y bienvenida ;)

Sí, supongo que es una película difícil para el gran público. Es para verla con los sentidos y dejarse llevar, muy poética y supongo que por ahí no están dispuestos a pasar muchos de los que van al cine. A mi me emocionó, y reconozco que no es ninguna gran película, pero tiene temas y momentos que me tocan de cerca, así que salí contento del cine. Además, se nota que está hecha con mucho empeño y cariño por parte de Banderas, y como tú dices, no le resulta nada difícil ambientarlo en una época que fue la suya y con algún personaje que bien podría haber sido él mismo en su juventud. No me fije mucho en lo de Málaga, recuerdo alguna imagen del paseo frente a la playa, pero me fijaré más la próxima vez.

Gracias por el comentario, me pasaré a ver tu blog :)