Pronto deja claro que el componente social es eso, un mero componente que no se impone en el cómputo global. Podremos gritar injusticia social, podremos hablar de descarnados retratos suburbanos (no es difícil adivinar la referencia al SIDA tras el chiste de la cópula interespecie), pero a Neill Blomkamp le falta tiempo para pasarse a la sci-fi action más hardcore. Y es entonces cuando lamentamos que el sudafricano no disfrute de las dotes narrativas de un James Cameron y caiga en lugares demasiado comunes (el militar fascistoide y encabronado, la cobardía rebatida con un acto heroico y reafirmante), o que acabe entregando su guión a una atronadora pirotecnia nada meditada (los giros narrativos sólo parecen pasar por nuevas intervenciones militares o guerrilleras). Celebraremos, más bien, que quizá el apadrinamiento de Peter Jackson le haya contagiado de cierto amor gore (¿se acordó Blomkamp del Museo de Historia natural de Brundle al diseñar la descomposición de Van der Merwe?) y socarronería; más bien que la mayor convencionalidad del último tramo no desmerece la larga lista de logros, la muy perceptible huella del talento.
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2 comentarios:
Me gusto bastante la peli, muy original y atrapa bastante desde el primer momento. De lo mejor que he visto sobre extraterrestres.
Para mí una cinta extraordinaria e imprescindible. La verdad no esperaba tanto de esta película. Muy recomendable.
Enhorabuena por el blog!
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Un saludo
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