Bill (David Carradine), detrás de la barra se dispone a servirse una copa. Acaba de dispararle un dardo con su infalible "suero de la verdad" a Beatrix (Uma Thurman), sentada en el sofá y furiosa por el imprevisto disparo. Hasta que empiece a hacer efecto "la verdad indiscutible" (el doble de fuerte que el pentotal sódico y no causa tanta somnolencia), Bill hace tiempo explicándole por qué Superman es su superhéroe favorito.
- Bill: Como sabes, me gustan todos los cómics. Especialmente los de los superhéroes. Encuentro que toda la mitología que rodea a los superhéroes es fascinante. Piensa en mi héroe favorito, Superman. No tiene un gran argumento, ni tampoco es un buen dibujo... pero la mitología, su mitología no sólo es genial: es única.
- Beatrix: ¿Cuánto tarda este jodido dardo en hacer efecto?
- Bill: Un par de minutos, lo justo para que acabe de explicarte esto. Verás, algo básico en la mitología de los cómics es que cada superhéroe tiene su alter ego. Batman no es otro que Bruce Wayne, Spiderman se llama Peter Parker... cuando el personaje se despierta por las mañanas sólo es Peter Parker, tiene que ponerse un traje para convertirse en Spiderman. Y esa es la característica que hace a Superman algo único... Superman no se convirtió en Superman, sino que nació como Superman. Cuando se despierta cada mañana, es Superman. Su alter ego es Clark Kent, y su traje, el que lleva esa enorme S, es la prenda en la que estaba envuelto cuando le encontraron los Kent siendo un bebé; esa es su ropa. Lo demás, las gafas, el traje azul... es su disfraz. Es un disfraz que Superman se pone para ser uno más de nosotros. Clark Kent es su visión de nosotros y, ¿cuáles son las características de Clark Kent? Es débil, no confía en sí mismo, es un cobarde... Clark Kent: Superman critica así a toda la raza humana. Igual que Beatrix Kiddo a la señora de Tommy Plympton.
2 comentarios:
No me acordaba de este diálogo. Está bastante bien. Es de esas parrafadas que los directores no se quieren morir sin decirlos antes y te la meten doblada sin venir a cuento. Ya me veo a Tarantino pensando en que momento de la historia lo metía, o mejor, creando una situación para su comentario...
Hace poco vi las dos otra vez. Cuando llegó la escena de Superman la disfruté como nunca y también pensé exactamente lo que has dicho. La escena tiene toda la pinta de ser un capricho de Tarantino, pues Bill bien podría haber iniciado el interrogatorio después de tirarle el dardo. Sin embargo Tarantino prefiere aprovechar el tiempo que tarda en hacer efecto ese "suero de la verdad" para meter este genial diálogo, de los mejores que se pueden encontrar en las dos películas.
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