Pese a que la sequedad y la desesperanza asumida en la gramática de Cormac McCarthy no se presentaban mimbres fáciles para una adaptación a gran escala, es justo reconocer que John Hillcoat ha conseguido un notable equilibrio entre la arisca literatura del autor y las concesiones emotivas al gran público. Esto quiere decir que La carretera sigue sin complejos la senda iniciada por los hermanos Coen, pero donde a aquellos les bastaba insuflar su estilo para dar otra dimensión a la obra de partida, Hillcoat prefiere depurar las imágenes ofrecidas por el escritor y preocuparse por alcanzar algún grado de emotividad en su fidelidad a la novela original. En estos menesteres sus mayores aliados son Nick Cave y Warren Ellis, firmantes de la banda sonora y continuadores de una cierta tendencia de introducir compositores de sensibilidades más externas a las partituras para cine (hablamos de la banda sonora de Jonny Greenwood para There will be blood (Pozos de ambición), o la de los mismos Cave y Ellis para El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford). Su música puntúa sin oportunismo, cala sin insistir. Sus notas suenan como la última esperanza de una humanidad casi extinguida.
viernes, noviembre 20, 2009
Pre(críticas) - Sitges 2009: La carretera (The Road)
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