martes, agosto 04, 2009

Explicar la obra

1.
La historia empieza con Lars Von Trier en el pasado Festival de Cannes, pero acaba en David Cronenberg pasando por Nacho Vigalondo. Hablo a propósito del post que este último escribió dejando las cosas en su sitio, aquellas hipermediatizadas palabras del danés en las que se "proclamaba" mejor director del mundo. Pero vamos al verdadero meollo:
El periodista le pide al director que “explique y justifique” su película, alegando, entre otros motivos, la responsabilidad que supone estar en Cannes. Von Trier se niega, como todo director de cine con un mínimo de decencia debería hacer. No hay nada más mezquino y mediocre que un artista explicando o justificando su obra, ya sea en Cannes o en el salón de su casa.
Y he aquí la cuestión: ¿debe el autor explicar su obra? Si es así, ¿no estaría haciéndole un flaco favor en la reducción o condición de la visión y opinión ajena hacia la misma? ¿no lacraría toda posibilidad de relectura? Más aún: ¿por qué debería ser una responsabilidad justificar una obra por el mero hecho de ser parte de la Sección Oficial de Cannes? Pero en fin, este post (el mío) no hubiera existido si el mismo día no hubiera tropezado con una entrevista a mi bienamado David Cronenberg. Corresponde al número 349 de Dirigido Por (octubre 2005), y entre sus líneas encontramos de nuevo la cuestión de marras, sólo que el canadiense tiene la respuesta perfectamente asumida, integrada en su lógica de autor. De hecho, quizá sea la única respuesta que tenga:
...creo que Una historia de violencia es un poco más subversiva, que empieza con una propuesta más o menos tradicional y luego se subleva contra ella, la cuestiona y la termina corrompiendo. Por lo tanto no creo que el único tema de la película sea la redención. Sí creo que el film se pregunta sobre si la redención es posible, pero la realidad es que no necesariamente la contesta. Muchas otras cosas quedan sin contestar porque no tengo las respuestas, sólo tengo las preguntas. Por eso la película no tiene un mensaje predigerido, porque para eso uno tendría que tener todas las respuestas e ir presentándoselas convenientemente a su público. Pero eso no es para mí. Para mí la experiencia cinematográfica, además de ser una fórmula narrativa que me resulta verdaderamente fascinante, es una exploración filosófica en la que constantemente me pregunto cosas y las debato conmigo mismo. Básicamente invito al público a que me acompañe en mi viaje exploratorio, que vea por sí mismo y decida qué piensa de lo que voy descubriendo.
La conclusión no debería ser ningún hallazgo: la obra no sólo no debe ser explicada ni justificada, sino que no cuenta entre sus obligaciones dar respuesta a todas las preguntas que plantea. Las películas dan todas las respuestas también son, probablemente, menos estimulantes, aquellas que menos propician verdaderos discursos a posteriori. Saltamos a otro momento de la entrevista, este más bien epatante:
Puedo decir que supieron ofrecerme muchísimas películas que fueron muy famosas y que hicieron muchísimo dinero. Pude haber hecho Top Gun y otras tres películas con Tom Cruise. Me ofrecieron Unico testigo, El show de Truman y Alien 4 (...) Alguna vez una alta ejecutiva de Columbia me propuso que dirigiera Flashdance . Estaba obsesionada conmigo, no sé muy bien porqué. Si yo hubiera aceptado su propuesta y sus millones, le hubiera destruido la película tratando de hacer una cosa diferente de la que ellos querían hacer...
Llevo un par de días intentando una El show de Truman cronenbergriana. Con más preguntas todavía, con un Truman varios enteros más tortuoso y una pizca de bioterror. De momento no me ha explotado la cabeza. De momento.

Post de Vigalondo aquí
Entrevista completa aquí

2.
A propósito de "Up":
- A esto le llamo yo empezar una crítica con buen pie.
- Para los cansados de tanta alabanza, encontrarán en la excelente crítica de Planocenital su mejor aliado.

2 comentarios:

moonriver dijo...

Un director tiene el derecho, pero nunca el deber de explicar el significado de su obra. Más que nada porque, una vez terminada, la obra adquiere sentido por sí misma, más allá de lo que su creador hubiera intentado transmitir con la misma.

Y si los de Cannes no son capaces de interpretar una película sin la ayuda de su director apaga y vámonos.

Jordi Revert dijo...

Yo no lo hubiera expresado mejor, moonriver.