A rebufo del mayúsculo (y bienvenido) éxito de El orfanato, dos de esos escasos cineastas en nuestro país entregados a un género aquí tan impracticable como el terror, han ofrecido una nueva experiencia de horror tan renovadora como efectiva. Jaume Balagueró y Paco Plaza han unido sus esfuerzos en [Rec] con el común objetivo de la revitalización, aquí pretendida por un experimento cinematográfico en tiempo real y la exploración del subgénero zombi, con apenas antecedentes* en nuestro cine.
Si bien [Rec] no pertenece estrictamente al género de los muertos vivientes, aprovecha y reedita los elementos que Danny Boyle propusiera hace ya media década en 28 días después: un virus que contagia a las personas de "ira" a través de la saliva o la sangre. Tomando este punto de partida, Balagueró y Plaza deciden encerrarnos a cal y canto en un vetusto edificio del barrio de l'Eixample en Barcelona, lleno de pintorescos vecinos y un puñado de bien seleccionados personajes que jugarán papeles decisivos en su imposición de la autoridad, la atención médica o el conocimiento y registro de la verdad. Nosotros somos testigos de un creciente infierno a través de estos últimos: una novata becaria de televisión local y el cámara a través de cuyo objetivo asistimos a los hechos. El hecho de que el punto de vista adoptado sea este es esencial para multiplicar el realismo del que pretende hacernos partícipes [Rec]. La cámara filma, se mueve nerviosa, sospecha, observa, reposa... y corre cuando el pánico estalla haciendo también nuestra una ansiedad irrefrenable. Cualquier similitud aquí con la infumable The Blair Witch Project (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999) es pura casualidad desde el momento en que aquella consistía en una shaky cam que se movía irritante y extenuantemente para no mostrar nada y ocultar así su completa vacuidad. Muy al contrario, la cámara en [Rec] tanto se preocupa por hacer visible la acción como de retratar los conflictos que surgen entre los distintos miembros del vecindario. Dichas tensiones son pieza clave para enfatizar el clima claustrofóbico que bien temprano se alcanza en la película, y sitúan a sus personajes, tanto como al espectador, en un estado de nerviosismo permanente que se rompe en inesperadas explosiones de terror.
Balagueró y Plaza han sabido aprovechar el material que tenían entre manos, sin estirar ni sobreexplotar los recursos dispuestos, dosificando el terror que vierten en sus fotogramas y dejando que el espectador abandone su estado de alerta para de nuevo sorprenderle. Llegados a este punto, es justo decir que [Rec] se esfuerza por evitar el susto fácil y que lo consigue en gran medida. La mayoría de sobresaltos que el público va a sufrir en sus carnes vienen precedidos de una situación insostenible, fuera de control que acaba por estallar, y no por el repentino y fugaz susto de turno que confía todo su efectismo a una exagerada subida del volumen. En [Rec] las fuentes del terror son diversas y están bien desempeñadas (hay pocas, pero presentes imágenes del gore o el vampirismo), denotando una consecuente imaginación a la hora de disponer los recursos en pantalla, y consiguiendo de esta manera que su mayor handicap, éste es, la escasa profundidad de su guión, quede subordinada ante las pretensiones principales de Balagueró y Plaza, que no son otras que las de crear una película de género cuyo terror se derive, principalmente, del realismo al que asistimos en la pantalla. Para hacer que dichos propósitos alcancen su éxito, [Rec] se nutre de eficaces secundarios entre los que se encuentran auténticos prototipos de escalera como la pareja de ancianos, la familia de inmigrantes chinos o la madre joven con la niña mimada. Menos secundarios y más cruciales en el control de la situación son los papeles del bombero y el policía, respectivamente un héroe improvisado y un torpe intento de imponer la ley y tomar las riendas de una situación ya descontrolada. Ferrán Terraza y Vicente Gil resultan, en estos papeles, lo suficiente convincentes para no comprometer la credibilidad del horror "en directo" al que asistimos. En cuanto a Manuela Velasco, demuestra que pese a unas limitaciones interpretativas que asoman en momentos concretos (en el tramo final resulta exagerada cuando su personaje ha perdido cualquier resquicio de control), consigue aguantar el peso del protagonismo y logra que nos creamos su transición de principiante pero cálida reportera a desesperada testigo de la matanza.
A pesar de un final en el que pierde fuerza y evidencia que la historia no puede dar más de sí, [Rec] es un valioso aporte al género. Original en sus planteamientos (la idea de un edificio puesto en cuarentena y un vecindario que progresivamente se va convirtiendo en zombi), aunque partiendo de elementos no originales, acaba resultando una grata sorpresa que funciona, y muy bien, como película de terror. Tanto es así que Hollywood, en su búsqueda de filones que suplan su severa falta de ideas, ya se encuentra rodando su propia versión bajo el nombre de Quarantined (En cuarentena). Sólo queda desear el éxito de [Rec] y esperar de su hermana americana que no rememore algún fiasco que el pasado dejó en este tipo de operaciones.
*Amando de Ossorio en la década de los 70 y Jesús Franco en los 80 hicieron diversas incursiones en el género que asientan esos escasos precedentes del subgénero.
----------------------------------------------------------------------------Si bien [Rec] no pertenece estrictamente al género de los muertos vivientes, aprovecha y reedita los elementos que Danny Boyle propusiera hace ya media década en 28 días después: un virus que contagia a las personas de "ira" a través de la saliva o la sangre. Tomando este punto de partida, Balagueró y Plaza deciden encerrarnos a cal y canto en un vetusto edificio del barrio de l'Eixample en Barcelona, lleno de pintorescos vecinos y un puñado de bien seleccionados personajes que jugarán papeles decisivos en su imposición de la autoridad, la atención médica o el conocimiento y registro de la verdad. Nosotros somos testigos de un creciente infierno a través de estos últimos: una novata becaria de televisión local y el cámara a través de cuyo objetivo asistimos a los hechos. El hecho de que el punto de vista adoptado sea este es esencial para multiplicar el realismo del que pretende hacernos partícipes [Rec]. La cámara filma, se mueve nerviosa, sospecha, observa, reposa... y corre cuando el pánico estalla haciendo también nuestra una ansiedad irrefrenable. Cualquier similitud aquí con la infumable The Blair Witch Project (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999) es pura casualidad desde el momento en que aquella consistía en una shaky cam que se movía irritante y extenuantemente para no mostrar nada y ocultar así su completa vacuidad. Muy al contrario, la cámara en [Rec] tanto se preocupa por hacer visible la acción como de retratar los conflictos que surgen entre los distintos miembros del vecindario. Dichas tensiones son pieza clave para enfatizar el clima claustrofóbico que bien temprano se alcanza en la película, y sitúan a sus personajes, tanto como al espectador, en un estado de nerviosismo permanente que se rompe en inesperadas explosiones de terror.
Balagueró y Plaza han sabido aprovechar el material que tenían entre manos, sin estirar ni sobreexplotar los recursos dispuestos, dosificando el terror que vierten en sus fotogramas y dejando que el espectador abandone su estado de alerta para de nuevo sorprenderle. Llegados a este punto, es justo decir que [Rec] se esfuerza por evitar el susto fácil y que lo consigue en gran medida. La mayoría de sobresaltos que el público va a sufrir en sus carnes vienen precedidos de una situación insostenible, fuera de control que acaba por estallar, y no por el repentino y fugaz susto de turno que confía todo su efectismo a una exagerada subida del volumen. En [Rec] las fuentes del terror son diversas y están bien desempeñadas (hay pocas, pero presentes imágenes del gore o el vampirismo), denotando una consecuente imaginación a la hora de disponer los recursos en pantalla, y consiguiendo de esta manera que su mayor handicap, éste es, la escasa profundidad de su guión, quede subordinada ante las pretensiones principales de Balagueró y Plaza, que no son otras que las de crear una película de género cuyo terror se derive, principalmente, del realismo al que asistimos en la pantalla. Para hacer que dichos propósitos alcancen su éxito, [Rec] se nutre de eficaces secundarios entre los que se encuentran auténticos prototipos de escalera como la pareja de ancianos, la familia de inmigrantes chinos o la madre joven con la niña mimada. Menos secundarios y más cruciales en el control de la situación son los papeles del bombero y el policía, respectivamente un héroe improvisado y un torpe intento de imponer la ley y tomar las riendas de una situación ya descontrolada. Ferrán Terraza y Vicente Gil resultan, en estos papeles, lo suficiente convincentes para no comprometer la credibilidad del horror "en directo" al que asistimos. En cuanto a Manuela Velasco, demuestra que pese a unas limitaciones interpretativas que asoman en momentos concretos (en el tramo final resulta exagerada cuando su personaje ha perdido cualquier resquicio de control), consigue aguantar el peso del protagonismo y logra que nos creamos su transición de principiante pero cálida reportera a desesperada testigo de la matanza.
A pesar de un final en el que pierde fuerza y evidencia que la historia no puede dar más de sí, [Rec] es un valioso aporte al género. Original en sus planteamientos (la idea de un edificio puesto en cuarentena y un vecindario que progresivamente se va convirtiendo en zombi), aunque partiendo de elementos no originales, acaba resultando una grata sorpresa que funciona, y muy bien, como película de terror. Tanto es así que Hollywood, en su búsqueda de filones que suplan su severa falta de ideas, ya se encuentra rodando su propia versión bajo el nombre de Quarantined (En cuarentena). Sólo queda desear el éxito de [Rec] y esperar de su hermana americana que no rememore algún fiasco que el pasado dejó en este tipo de operaciones.
*Amando de Ossorio en la década de los 70 y Jesús Franco en los 80 hicieron diversas incursiones en el género que asientan esos escasos precedentes del subgénero.
[Rec]. España. 2007. 85'.
Director: Jaume Balagueró y Paco Plaza.
Guión: Luiso Berdejo, Paco Plaza y Jaume Balagueró.
Fotografía: Pablo Rosso.
Montaje: David Gallart.
Dirección artística: Gemma Fauría.
Vestuario: Glòria Viguer.
Producción: Julio Fernández.
Intérpretes: Manuela Velasco (Ángela), Ferrán Terraza (Manu), Jorge Yamam Serrano (Sergio), Carlos Lasarte (César), Pablo Rosso (Marcos), David Vert (Álex), Vicente Gil (policía), Martha Carbonell (Sra. Izquierdo), Carlos Vicente (Guillem), María Teresa Ortega (abuela), Manuel Bronchud (abuelo), Claudia Silva (Jennifer).
Puntuación: 7,5
No te quedes en stand by...
http://movies.filmax.com/rec/ (web oficial)
http://es.wikipedia.org/wiki/REC_(2007) (sobre la película)
http://www.miradas.net/2007/n68/criticas/rec.html (crítica de la película)
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article3508.html (crítica de la película)
http://es.wikipedia.org/wiki/Cine_de_zombis (sobre el cine de zombis)
http://es.wikipedia.org/wiki/Manuela_Velasco (sobre Manuela Velasco)
http://laescaleradecaracol.blogia.com/2007/091701-entrevista-a-paco-plaza-y-jaume-balaguero.php (entrevista a Jaume Balagueró y Paco Plaza)