Si hay una secuencia apasionante, ejemplar en Transformers: La venganza de los caídos, es aquella que triunfa explotando las infinitas posibilidades del campus universitario. Bay desempeña el mejor tramo de su vasta película (150 minutos) haciendo realidad el sueño post-adolescente de una facultad repleta de monumentales féminas, primero, y permitiéndose su propia Kristanna Loken, después. Por si fuera poco, el acoso y derribo por parte de la espectacular sucedánea del T-X se corresponde con los momentos más sinceramente cartoon de Shia LaBeouf, para acabar desembocando en la proclamación, ahora sí, de la tecnocracia de Bay con la devastación de la biblioteca universitaria. Lástima que la ironía claudique, era de esperar, ante la aparatosidad de todo planteamiento posterior y la imperativa loa militar.
Leer crítica completa en La Butaca
No hay comentarios:
Publicar un comentario