jueves, julio 23, 2009

Háblame de amor


Como película sobre la adicción y el juego, el debut de Muccino es una broma de mal gusto, máxime cuando vienen a la mente títulos como El hombre del brazo de oro; como cinta romántica, un pastel insoportablemente empalagoso; como discurso de la culpa, sus intentos a lo largo de la trama resultan invariablemente nulos; como aparato referencial, un intento desesperado por aspirar a la grandeza a través de Chet Baker o L’ atalante. Con todo, Muccino lo intenta, se regala el papel de buenazo irresistible y crea hermosas imágenes postizas mientras la partitura de Andrea Guerra remeda a Thomas Newman. Y así, tópico tras tópico, afectación tras afectación, Háblame de amor se construye sobre justificaciones dramáticas imposibles, retorcidas hasta llegar a la comedia involuntaria.
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3 comentarios:

CMB dijo...

mala con ganas. Fui a verla pensando que era de gabrielle muccino. Silvio mejor que se quede como actor, que no lo hace mal.

Jordi Revert dijo...

Yo lo vi blandito, blandito. Y la película, poco menos que abominable...

CMB dijo...

En esta si, yo hablo mas bien de otras, que lo he visto en unas cuantas. Aunque se me hizo raro escucharlo en español, jeje